“Un día morirá un tenista y ellos lo verán”, esta fue la dura afirmación que hizo el número tres del mundo, Daniil Medvédev, en el marco del partido que le ganó a su amigo y compatriota Andrey Rublev y que le permitió alcanzar las semifinales del US Open, donde se enfrentará a Carlos Alcaraz.
Ambos rusos se enfrentaron este miércoles, pero las condiciones en las que se disputó el partido fueron extremas. Con el primer set ganado con 6-4 y con 4-3 a su favor en el segundo, Medvédev pidió asistencia médica.
En ese momento, el tenista ruso se echó la mano en el pecho y le explicó a la médica los problemas de respiración que estaba sufriendo. Como solución, la doctora le auscultó y le proporcionó un inhalador para mejorar su respiración.
Condiciones extremas
Mientras se disputaba este partido, la temperatura alcanzaba los 34 grados con sensación térmica de 37 y humedad del 50 %. Ni el cierre parcial del techo retráctil de la pista central Arthur Ashe mejoraba las condiciones de calor extremo en las que se estaba disputando el partido de cuartos de final.
Después de la pausa médica, se reanudó el encuentro, pero Medvédev volvió a pedir asistencia médica en el tercer set y de nuevo, tuvo que usar el inhalador para no quedarse fuera en los cuartos de final del US Open.
🇷🇺 Medvedev y su enfado por jugar a tan altas temperaturas 🥵
“Un día un jugador morirá y lo verán”#USOpen
— Golpe de Tenis (@golpedetenis) September 6, 2023
Luego de solicitar su segunda asistencia médica, el tenista ruso fue tajante dirigiéndose a una cámara de televisión ubicada en los toalleros:
“No se lo pueden ni imaginar. Un día morirá un tenista y ellos lo verán”, denunció Medvédev por las extremas condiciones en las que se disputó este partido de cuartos del US Open 2023.
Una vez finalizado el partido, Medvédev explicó el sufrimiento que padecieron tanto él como Rublev:
Explicación y alerta
“Las condiciones fueron brutales para los dos. No sé si se pudo ver a través de la cámara, estábamos sudando mucho y usamos muchas toallas, no me queda piel en la nariz aquí (en la punta), y aquí (en la mejilla derecha) está rojo, pero no es por el Sol. Acabo de ver a Andrey en el vestuario y su cara estaba muy roja, y tampoco es por el Sol. Eso lo dice todo, es como si nos hubiéramos dejado todo ahí fuera. La cuestión es que incluso podríamos haber dado más hasta quedarnos sin nada, lo que sería un poco peligroso. La pregunta es ¿hasta dónde podríamos llegar? Tal vez a cinco sets. Pero hay una persona, Yibing Wu, que se cayó en Washington por el calor. Creo que habría que hablar de esto antes de que pase algo”, aseguró Medvédev en rueda de prensa.
