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InicioEconomíaLas trampas del reduccionismo económico | Por: Elio Córdova Zerpa

Las trampas del reduccionismo económico | Por: Elio Córdova Zerpa

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Recientemente hemos presenciado una suba importante del tipo de cambio (oficial y paralelo), situación que genera incertidumbre y tensión en los agentes económicos a raíz del incremento de los precios en el mercado interno como resultado directo de la depreciación del bolívar. En esta entrega expondremos algunas ideas para alimentar el efervescente debate nacional.

Históricamente, la época decembrina se ha caracterizado por registrar una demanda interna creciente, situación que implica para los comercios una rotación de inventarios acelerada con respecto al resto del año. En un escenario donde más del 80% del gasto de los hogares se realiza en bolívares, las empresas se voltean al mercado cambiario para permutar la moneda de curso legal por divisas y así llevar a cabo de forma eficiente la reposición de inventarios garantizando el abastecimiento.

En condiciones “normales” -básicamente- este es el proceso. No obstante, nuestra economía, víctima de un conjunto de medidas coercitivas unilaterales, que guste o no representan una camisa de fuerza, ve impedido el movimiento de las fuerzas productivas. Esto va desde una simple operación de comercialización de nuestro principal producto de exportación (petróleo), hasta los mecanismos formales para la recepción y contabilidad de los recursos obtenidos por su venta en el exterior.

Es decir, el Banco Central de Venezuela (principal responsable de la instrumentación de la política monetaria y cambiaria) se encuentra obstaculizado para actuar. Ello obliga al gobierno nacional a crear mecanismos alternativos –en el marco de una guerra no convencional de quinta generación– que permitan garantizar la continuidad de los procesos.

Todo este escenario, se alimenta de forma virulenta con la incertidumbre inoculada por los diversos operadores del gran capital a través de las corporaciones de la des-información, generando expectativas siniestras en el escenario nacional. Todo ello en medio de una economía que está sorteando desequilibrios estructurales inherentes a su modelo de acumulación capitalista, rentista y subdesarrollado.

Reducir la discusión al ámbito económico no solo es un ejercicio estéril, sino que representa una treta de los promotores del pensamiento dominante, para posicionar una matriz de opinión en el imaginario colectivo del venezolano: la de un gobierno ineficiente que no sabe qué hacer ante la crisis.

Desde luego que hay errores en la instrumentación de la política, desconocerlo es una torpeza. No obstante, la principal variable determinante en el hecho económico la constituye el bloqueo.

¿Qué pasaría si mañana levantan las sanciones y nuestro país puede comercializar libremente su petróleo a precio de mercado – sin descuentos, ni imposiciones arbitrarias, que en definitiva contribuyen al bolsillo de grupos de poder internacional en detrimento de toda una nación?; ¿Qué pasaría si el Banco Central de Venezuela pudiese realizar operaciones en los mercados financieros internacionales con absoluta libertad?; ¿No podrían registrase así los ingresos obtenidos por las ventas al resto del mundo, alcanzando a incrementar las reservas internacionales?; ¿No son estas -las reservas- otra variable de peso para la estabilidad cambiaria?

No nos dejemos entrampar. La discusión de fondo debe gravitar en torno al hecho criminal y despiadado que constituye el bloqueo y las medidas coercitivas unilaterales impuestas por el gobierno de Estados Unidos y la Unión Europea como parte de la estrategia orquestada para desestabilizar y generar desequilibrios que favorezcan al alcance de su objetivo: hacerse del poder político. En paralelo, la discusión debe trascender la crítica y apuntar los esfuerzos en el qué hacer de una economía asediada, donde las medidas convencionales no aplican.

En este sentido, es importante activar una vocería calificada desde los diversos espacios de nuestra militancia que pueda direccionar y, sobre todo, alimentar el debate nacional en materia económica, haciendo énfasis en un gobierno que ha hecho de tripas corazones para atender los sectores más vulnerables en medio de grandes adversidades.

El tipo de cambio se va a estabilizar en torno a un valor más real una vez pase la temporada decembrina, hecho que nos invita a replantear la dinámica en la fijación del precio del dólar evaluando permanentemente para evitar la sobrevaluación cambiaria y una mayor demanda de divisas (buena parte de ella de carácter especulativo), que no se puede satisfacer con los ingresos de moneda convertible y reservas que dispone el país. Enfoquemos el esfuerzo intelectual y orgánico en fortalecer las estrategias de cara al 2023.

¡Nosotros Venceremos!

Elio Córdova Zerpa

Venezuela News Radio 104.9 FM

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