El estado de Texas y el Gobierno federal de Estados Unidos (EEUU) iniciaron una escalada de tensiones en la frontera con México. Esto, por la diferente política migratoria aplicada por las autoridades estatales republicanas y federales demócratas.
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El gobernador de Texas, Greg Abbott, insistió en el derecho de su estado a defender sus fronteras de la “invasión”, que supone la inmigración ilegal. Esto mediante la Guardia Nacional de Texas y el personal del Departamento de Seguridad Pública del estado.
“El Gobierno federal ha roto el pacto entre EEUU y los estados (…) El presidente Biden se ha negado a hacer cumplir esas leyes e incluso las ha violado. El resultado es que ha pulverizado récords de inmigración ilegal”, dijo el gobernador.
Además, Abbott acusó a Biden de que “en lugar de procesar a los inmigrantes por el delito federal de entrada ilegal, ha enviado a sus abogados a los tribunales federales para demandar a Texas por tomar medidas para asegurar la frontera”.
#AHORA Escala la crisis interna en #EEUU Así está la frontera sur de Texas, militarizada por orden del gobernador local, contraviniendo a la administración federal de @POTUS pic.twitter.com/gLUgkuzfk3
— Venezuela News Última Hora (@VNUltimaHora) January 29, 2024
Según el gobernador, “la negativa ilegal de proteger a los estados ha infligido un daño sin precedentes al pueblo en todo EE.UU (…) Texas simplemente está asegurando la frontera” porque “la administración de Biden realmente abdicó” de su responsabilidad de hacerlo, sostuvo Abbott en declaraciones a FOX News.
La posición de Texas está apoyada, de momento, por los gobernadores de 25 estados:
- Alabama.
- Alaska.
- Arkansas.
- Carolina del Sur.
- Dakota del Norte.
- Dakota del Sur.
- Florida.
- Georgia.
- Iowa.
- Idaho.
- Indiana.
- Luisiana.
- Misisipi.
- Misuri.
- Montana.
- Nebraska.
- Nevada.
- Nuevo Hampshire.
- Ohio.
- Oklahoma.
- Tennessee.
- Utah.
- Virginia.
- Virginia Occidental.
- Wyoming.
Texas en desacuerdo con el Gobierno Federal
El comunicado de Abbott quedó publicado luego que la Corte Suprema de EEUU fallara el lunes a favor del Gobierno federal para retirar el alambre de púas que las autoridades de Texas colocaron a lo largo de la orilla del río Bravo. Esto es cerca de la ciudad fronteriza de Eagle Pass, para frenar la inmigración.
Texas no está de acuerdo con el fallo y los militares del estado declararon que seguirán controlando la frontera con México. Aseguraron que no permitirán que el alambre quede retirado por los agentes fronterizos, que dependen de la autoridad federal.
Además, el teniente Chris Olivarez, portavoz del Departamento de Seguridad Pública de Texas, comunicó este miércoles que el estado estaba instalando más barreras de alambre.
Las diferencias entre la administración Biden y el gobierno de Abbott incrementaron este mes de enero, cuando la Guardia Nacional de Texas cercó un tramo de alrededor de 4 kilómetros, que rodea al parque Shelby en Eagle Pass, de la frontera entre EE.UU. y México, lo que impidió que la Patrulla Fronteriza accediera a un parque municipal donde hay una rampa para botes que usar los agentes para navegar hacia el río Bravo.
El Departamento de Justicia se pronunció
Tras el incidente, el Departamento de Justicia de EEUU presentó un expediente ante la Corte Suprema, argumentando que la capacidad de la Patrulla Fronteriza para monitorear esa sección en la frontera está “limitada a una pequeña franja de una única cámara de vigilancia ubicada fuera del área recién cercada”. En ese contexto, pidió a la institución jurídica “restablecer el acceso a la Patrulla Fronteriza”.
Al mismo tiempo, este mes, el Departamento de Justicia estadounidense presentó otra demanda contra Texas para impugnar la Ley SB4, aprobada recientemente en dicho estado. Esta otorga a los funcionarios estatales amplios poderes para detener, procesar y deportar a las personas que cruzan ilegalmente la frontera desde México.
Según el Departamento de Justicia, la ley es “inconstitucional”. Por su parte, el gobernador de Texas subrayó que su estado es el único en Estados Unidos que intenta frenar la inmigración ilegal.
Texas will continue to exercise its constitutional right to protect and defend our southern border.
In President Biden's absence, we will hold the line to keep Texans—and Americans—safe.https://t.co/OKLN3Ql1Qk
— Greg Abbott (@GregAbbott_TX) January 26, 2024
El origen de este conflicto: Demócratas contra Republicanos
El enfrentamiento comenzó cuando Joe Biden llegó al poder y suavizó su postura sobre los migrantes que se amontonan en la frontera entre Estados Unidos y México. El demócrata paralizó la construcción de una valla fronteriza, promovida por el expresidente Donald Trump. Entonces, las autoridades estatales, encabezadas por el republicano Abbott, empezaron a tomar medidas unilateralmente para frenar el flujo de miles de inmigrantes.
El gobernador inició su política migratoria independiente en marzo del 2021, cuando puso en marcha la Operación Estrella Solitaria. En este contexto, policías estatales y miembros de la Guardia Nacional quedaron desplegados a lo largo de los 1.931 kilómetros de frontera entre Texas y México. Además, las autoridades estatales siguieron construyendo el muro fronterizo y levantaron unos 19 kilómetros de barreras, valorados de 1.500 millones de dólares, y reforzaron otras partes de la frontera, desplegando 70.000 rollos de alambre de espino a lo largo de más de 46 kilómetros de río en el condado de Maverick.
Texas lleva gastados más de 10.000 millones de dólares en 3 años para aplicar todas estas medidas contra los migrantes que intentan llegar a Estados Unidos.
Sin embargo, según la legislación federal solo el Gobierno federal tiene autoridad para hacer cumplir las leyes de inmigración, por lo que Texas no tiene derecho a decidir si permite o no la entrada de inmigrantes.
Leña al fuego: Trump en escena
Por su parte, el expresidente Trump echó leña al fuego en el conflicto entre el Gobierno de EEUU y Texas. Defendió la posición de gobernador Abbott y arremetió contra Biden. Lo acusó de “entregar la frontera” e “instigar una invasión masiva de millones de inmigrantes ilegales”.
Según el republicano, Texas invocó, “con razón”, la Cláusula de Invasión de la Constitución, y “debe recibir pleno apoyo para repeler la invasión”.
Asimismo, Trump instó a otros estados a enviar a Texas a la Guardia Nacional para detener dicha “invasión”.
“Animamos a todos los estados dispuestos a desplegar sus efectivos en Texas para impedir la entrada de ilegales, y expulsarlos de vuelta a través de la frontera”.
De igual forma, el exmandatario afirmó que, si es elegido presidente este año, trabajará mano a mano con Abbott y otros estados fronterizos para sellar la frontera y comenzar rápidamente la mayor operación de deportación nacional de la historia”.
Conflicto interno: Ejemplo de nada
Mientras tanto, Estados Unidos con su conflicto interno demuestra al mundo entero ser ejemplo de nada. Expone un desacato masivo al Gobierno federal y también un eventual retroceso de la administración Biden. Esto, según analistas, crea un precedente para futuras disputas, incluso de Estados demócratas contra una futura gestión republicana como podría ser la de Trump.
Al desacato masivo por Texas se suma en el cuadro general que la Reserva Federal tiene un balance negativo por primera vez desde 1915. Es preciso resaltar que los intereses de deuda de Estados Unidos (EEUU) superan por primera vez el billón de dólares.
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