Familiares del poeta Pablo Neruda señalaron que el informe de peritos internacionales demostró que lo envenenaron días después del golpe militar de 1973 en Chile.
En ese sentido, detectaron que la bacteria del botulismo encontrada en sus restos estaba en su cuerpo en el momento de la muerte.
Así aseguró el abogado Rodolfo Reyes, quien además es sobrino del poeta.
“Sabemos ahora que el ‘clostridium botulinum’ no tendría por qué haber estado en la osamenta de Neruda. ¿Qué quiere decir esto? Que Neruda fue asesinado, hubo intervención en el año 1973 por agentes del Estado”.
La bacteria, responsable del botulismo, se encontró en 2017 en una muela de Neruda por otro panel de expertos. Esta prueba desestimó la versión de la dictadura de Pinochet y rechazó que la causa de muerte fuera el cáncer de próstata avanzado que aquejaba al poeta desde 1969.
El “clostridium botulinum” es un bacilo que se encuentra por lo general en la tierra. Sin embargo, los expertos de la Universidad de McMaster (Canadá) y la Universidad de Copenhague concluyeron en el informe que se presentará esta semana que “no se filtró al cadáver de Neruda desde dentro o alrededor de su ataúd”, sino que ya lo tenía antes de morir.
La incógnita sigue siendo cómo y quién introdujo la toxina botulínica en el cuerpo de Pablo Neruda.
La versión que sostiene la familia
Gran parte de la familia de Neruda apoya la versión de Manuel Araya, su antiguo chófer. Este sostiene que hubo envenenamiento mediante una inyección en el abdomen por un agente secreto. Afirman que este se hizo pasar por médico en la Clínica Santa María, en Santiago.
Por su parte, Elizabeth Flores, abogada de la familia y querellante en la causa que inició en 2011 junto al Partido Comunista, aseguró que Neruda no sufría un riesgo mortal.
“Neruda no estaba gravemente enfermo, solo tenía cáncer. Caminaba con dificultad, tenía dolores, pero no estaba para morir”.
