Recientemente, expertos de la ONU calificaron el bloqueo de Estados Unidos contra Cuba como una violación del derecho internacional, postura que lleva décadas gestándose. Sin embargo, en el segundo gobierno de Barack Obama en EEUU (2012-2017), el expresidente hizo un intento por aplacar estas políticas, marcadas por el famoso memorándum de Lester D. Mallory de 1960. Luego, Donald Trump detuvo los avances durante su mandato y, mucho después, llegó Joe Biden a hacer falsas promesas.
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De acuerdo al artículo de opinión “Obama abrió una puerta entre Cuba y Estados Unidos. ¿Por qué la vuelve a cerrar Biden?” de Bhaskar Sunkara, presidente de The Nation, el memorándum hoy conocido como “bloqueo” por el pueblo cubano, abogaba por un embargo. Solicitaba:
- Negar dinero y suministros a Cuba
- Disminución de los salarios monetarios y reales
- Provocación de hambre, desesperación y el derrocamiento del gobierno.
«La mayoría de los cubanos apoyan a Castro… el único modo previsible de restarle apoyo interno es mediante el desencanto y la insatisfacción que surjan del malestar económico y las dificultades materiales… hay que emplear rápidamente todos los medios posibles para debilitar la vida económica de Cuba… una línea de acción que, siendo lo más habilidosa y discreta posible, logre los mayores avances en la privación a Cuba de dinero y suministros, para reducirle sus recursos financieros y los salarios reales, provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del Gobierno».
El también editor, fundador de la revista Jacobin, destacaba que las acciones contra Cuba tuvieron sus inicios tras la victoria, en 1959, de las fuerzas revolucionarias de Fidel Castro contra la dictadura de Fulgencio Batista.
Sesenta y cinco años después, la Revolución Cubana no ha sido derrocada. No obstante, Bhaskar Sunkara, autor del libro The Socialist Manifesto: The Case for Radical Politics in an Era of Extreme Inequality, asevera también que esta política, «ha alimentado años de desesperación y rabia justificada«.
¿Qué hizo Obama?
En 2016, cuando Obama visitó la capital de la nación caribeña, aseveró que su llegada a La Habana tenía por objetivo «enterrar el último vestigio de la Guerra Fría en las Américas«. Al igual que, expresó, «tender la mano de la amistad al pueblo cubano».
De ese modo, se dieron varios pasos, entre esos la suavización de las restricciones estadounidenses en los viajes y remesas. De igual manera, reabrieron las embajadas de ambas naciones, tanto en La Habana como en Washington DC.
Asimismo, uno de los más significativos se trató del retiro de Cuba de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo. También hubo cierta permisión en la realización de negocios con entidades bancarias estadounidenses.
Trump retrocede
Con la llegada de Donald Trump al Gobierno de Estados Unidos, todo cambió, desde el restablecimiento de las restricciones de viaje hasta la inclusión de Cuba en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo.
Entre sus acciones también estuvo la prohibición de relaciones con empresas estatales, que representan la mayor parte de la economía cubana.
Biden promete retomar el camino de Obama
Por su parte, el actual mandatario, Joe Biden, usó el tema de manera estratégica durante su campaña electoral y aseguró que retomaría el enfoque de Obama. Sin embargo, hasta el momento, Cuba continúa aislada de fuentes de comercio y financiación.
Uno de los escenarios recientes se desarrolló en Santiago, con protestas en rechazo de la escasez de alimentos y los cortes de electricidad. De igual manera, en la isla ya se venían perpetrando hechos de este tipo desde 2021.
Al respecto, el actual mandatario de esa nación, Miguel Díaz-Canel, denunció que “terroristas radicados en Estados Unidos”, promueven acciones que intentan subvertir el orden.
“Sencillamente, Estados Unidos tiene una deuda con el pueblo cubano por sus décadas de guerra económica. Como mínimo, el presidente debería cumplir sus promesas electorales y retirar inmediatamente la designación de Cuba como Estado patrocinador del terrorismo. Si Estados Unidos puede establecer relaciones plenas con Vietnam, un Estado unipartidista contra el que mantuvo un sangriento conflicto armado durante años, no hay razón para que su guerra fría con Cuba no pueda terminar”, escribe Bhaskar Sunkara.
Lo que Cuba ha dejado al mundo no es terrorismo
Entre esfuerzos del gobierno de Fidel y después Raúl Castro resalta la campaña de alfabetización que llegó a más de 700 mil personas en zonas rurales desatendidas.
De igual manera, la reforma agraria, la electrificación rural y el establecimiento en el país de asistencia sanitaria, así como la educación gratuita de calidad que benefició en gran medida a la golpeada población cubana.
El trabajo de los médicos y especialistas técnicos de Cuba, hasta hoy, mantiene el respeto de muchas naciones. Uno de sus grandes aportes, son las brigadas médicas a más de 100 países desde la llegada de la Revolución.
En diferentes hechos que conmocionaron el mundo entero como el terremoto de Haití de 2010 y el brote de ébola en África occidental de 2014, allí estaban los médicos cubanos.
Lo que en Venezuela se llamó Misión Milagro, provino también de Cuba. Tres millones de pacientes con deficiencia visual recibieron atención en los últimos 20 años, en este país suramericano y otros de la región.
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