El pasado lunes el gobierno de Colombia otorgó una licencia ambiental a la estatal petrolera Ecopetrol para que desarrolle su Proyecto Piloto de Investigación Integral (PPII) conocido como Kalé, con el cual se pretende iniciar las pruebas de fracking en el departamento de Santander.
La autorización por “viabilidad ambiental” la concedió la administración del presidente Iván Duque a través de la Agencia Nacional de Licencias Ambientales (ANLA).
El proyecto pretende comenzar pruebas de fracking en un pozo del municipio Puerto Wilches en el departamento de Santander, ubicado en el noreste de Colombia.
No obstante los permisos concedidos han avivado el rechazo por parte de organizaciones no gubernamentales y las comunidades de la zona. Según indicó la Alianza Colombia Libre de Fracking, el proyecto se aprobó tras un corto período de cinco meses de estudio. Además denuncian que esta autorización tiene lugar en medio de un aumento de la violencia en el vecino departamento de Magdalena.
Asimismo, a través de una carta pública, la Alianza enfatizó que este polémico proyecto no se discutió en el seno del Congreso colombiano. Según denunció el ente, tampoco contó con la participación de las comunidades de Puerto Wilches y el Magdalena medio.
De acuerdo con el texto, en esta zona “por más de 100 años se han sufrido las consecuencias de degradación ambiental y social asociadas a la explotación de hidrocarburos de manera convencional”.
Es de resaltar que la técnica de fracking para la extracción de hidrocarburos es duramente criticada por ser altamente agresiva con el ambiente. Su puesta en marcha puede conllevar a la contaminación de las aguas, rupturas de las capas de suelo subterráneas y riesgos para la salud humana entre otros peligros.
