El viceministro de Relaciones Exteriores de la Federación de Rusia, Serguéi Riabkov asomó este jueves la posibilidad de desplegar infraestructura militar en Cuba y Venezuela.
“No quiero confirmar nada ni descartar nada (…) En el estilo americano, la opcionalidad de la política exterior y militar es la piedra angular para asegurar la poderosa influencia de ese país en el mundo. Depende de las acciones de los colegas estadounidenses”, expresó Riabkov durante el programa “Invitado especial con Tina Kandelaki” que transmite el canal ruso de noticias RTVI.
Igualmente recordó que no se descarta una conexión armada rusa. En caso de que persistan las presiones de Washington sobre Moscú, se podría ampliar la infraestructura militar fuera de Europa; esto apostando a las buenas relaciones con Venezuela y Cuba, recogen medios de ese país.
“Si las cosas van completamente en la dirección de provocar a Rusia y fortalecer aún más la presión militar”, dijo Riabkov.
По словам Рябкова, на переговорах оппоненты выразили желание говорить на условиях и по темам, которые удобнее для Западаhttps://t.co/tvKongy74n
— RTVI (@RTVi) January 13, 2022
Moscú sobre la OTAN
Con relación a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) manifestó que estos mantienen una postura que busca desestimar la posición de Rusia.
“Rusia es ahora el principal oponente de la OTAN, solo porque se esfuerza por defender de manera firme y consistente sus propios intereses y se preocupa por su seguridad”.
A su vez, Serguéi Riabkov insiste en que se deben evitar las acciones de provocación de Estados Unidos, Ucrania y la OTAN, en las fronteras rusas.
Como se recordará entre los días 10 y 12 de enero se celebraron en Ginebra (Suiza) y Bruselas (Bélgica), dos de las tres rondas de consultas de seguridad entre Moscú y Occidente.
Mientras que este jueves representantes de Rusia y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) se reúnen en Viena (Austria).
El Kremlin está buscando una negativa de la OTAN de expandirse hacia el este, lo que significa un retorno a la composición del bloque, como lo fue en 1997.
Incluso frenar el ingreso de Georgia y Ucrania a la OTAN, tanto en su composición y desplegar de sus sistemas militares.
