“¿Quién soy yo? Como dice la canción: una mujer de carne y hueso que ama la libertad“, con estas palabras se definió en una ocasión Piedad Córdoba: mujer, madre, afrocolombiana, política, luchadora por los derechos de Latinoamérica, pacifista, trabajadora social por las minorías. En el marco de la Semana de la Mujer es imperativo mostrar parte del camino que recorrió esta fuerte fémina para que sirva de ejemplo a otras generaciones.
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Así fue Piedad Córdoba
Piedad Córdoba no pasaba desapercibida. Era negra, era bella, altiva y hablaba claro, sin pelos en la lengua. De acuerdo con un texto de la Universidad Nacional de Colombia, desde los primeros años de su infancia esta mujer conoció la discriminación. Mas en esos primeros momentos de vida también destacó su temple. “…Se siente batalladora, frentera, poseída de una energía que hace apasionarse por sus tres afanes fundamentales: Su familia, las negritudes y la equidad de género“.
Seguramente los comienzos de su vida forjaron a la feminista y a la defensora de los derechos de las mujeres afrodescendientes que fue. Más seguir ese camino no le resultó sencillo. Por lo menos no al principio. Fue invisibilizada por ser mujer, negra y de izquierda. Por ejemplo, cuando quiso ser candidata presidencial, en 2018, tuvo que desistir.
Piedad Córdoba, una mujer que nunca se amilanó
Además, “vivió entre los contradictores políticos, las zancadillas de copartidarios del Partido Liberal y una derecha conservadora, sin olvidar la izquierda machista, todos ellos incapaces de aceptar que una mujer política libertaria se erigiera como su par, mucho menos al ser negra”, indica un escrito firmado por Rocío Pineda García.
Pero, nada de eso la hizo claudicar en su afán por atacar la injusticias. Nunca agachó la cabeza ni se amilanó. Como congresista, trabajó por los derechos de la mujer, las minorías étnicas y sexuales y los derechos humanos. Se erigió como una de las colombianas más representativas del movimiento latinoamericano feminista.
En este sentido, destacó su trabajo al lado de las mujeres constructoras de paz en los territorios del Abya Yala. También su labor legislativa. Entre sus logros más destacados se encuentran leyes que protegen a las mujeres contra la violencia, garantizan su participación en la vida política y económica de Colombia. Asimismo, contribuyó con estamentos que promueven la igualdad de oportunidades para todos los colombianos.
Otro aspecto que brilló en su carrera fue su dedicación a la búsqueda de soluciones pacíficas para el conflicto interno de Colombia. En este sentido, desempeñó un rol crucial en los esfuerzos por alcanzar acuerdos de paz entre el gobierno colombiano y grupos insurgentes como las FARC.
Su habilidad para tender puentes y su incansable búsqueda de la reconciliación la convirtieron en un pilar fundamental del proceso de paz colombiano. Este trabajo le valió en 2017 la nominación al Premio Nobel de la Paz.
No ganó el premio, pero su nominación dejo ver la amplitud de la influencia de su trabajo fuera de Colombia. Voces como la de Piedad Córdoba no se apagan con la muerte. Su legado perdura en las vidas que tocó a través de su trabajo y en quienes inspiró con su ejemplo.
Y quién soy yo? @piedadcordoba pic.twitter.com/mJ0PdLRQ8h
— Patricia Villegas Marin (@pvillegas_tlSUR) January 20, 2024
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