Este 11 de septiembre, en Chile se cumplen 49 años del golpe de Estado contra Salvador Allende, encabezado por Augusto Pinochet e instalándose en la nación uno de los regímenes militares más represivos de nuestro continente.
El liderazgo de Allende terminó de consolidarse tras llegar a la presidencia en 1970 con un mandato que inicialmente finalizaba en 1976. Sus políticas contaban con un gran apoyo popular bajo la “vía chilena al socialismo“.
Sin embargo, sus acciones en pro del bienestar del pueblo, se convirtieron también en las principales enemigas en sectores de extrema derecha nacional e internacional.
El líder político murió en pleno bombardeo y llegada de fuerzas militares en el Palacio de la Moneda en 1973. Inicialmente, una versión indicaba que el mandatario se había suicidado.
Sin embargo, tras escuchar su último discurso y recaudación de pruebas, dicha hipótesis ha sido desmontada en reiteradas oportunidades por el pueblo chileno, asegurando que Salvador Allende fue asesinado por la dictadura militar en Chile.
“Estas son mis últimas palabras y tengo la certeza de que mi sacrificio no será en vano, tengo la certeza de que, por lo menos, será una lección moral que castigará la felonía, la cobardía y la traición”, declaró el mandatario aquel 11 de septiembre de 1973.
“La historia es nuestra y la hacen los pueblos”
Desde el derrocamiento de Salvador Allende, Chile vivió intensos años en dictadura marcada por desapariciones y torturas lideradas por Augusto Pinochet. Su régimen militar terminó a finales de los años ochenta, con un plebiscito que exigía su salida del poder.
Durante el mandato de Pinochet, se instaló una cuestionada Carta Magna, la cual a pesar de su origen se mantiene en el país. Actualmente, en Chile inició un nuevo gobierno, bajo el liderazgo de Gabriel Boric Font, marcado por diversas disyuntivas que han puesto en la palestra el rumbo político del país.
