Cuando Luiz Inácio Lula da Silva llegó a su acto de toma de posesión como presidente de Brasil, sorprendió a varios asistentes pues decidió ir acompañado de un perrita que lleva por nombre Resistencia.
Desde ese momento muchos seguidores del mandatario comenzaron a indagar sobre la historia del canino. Tanto el mandatario como su familia no tardaron en dar a conocer las raíces de su mascota que, para el asombro de muchos, no es de raza.
Los militantes del Partido de los Trabajadores (PT) rescataron a la perrita de las calles de Curitiba, donde Lula se encontraba encarcelado. Posteriormente le colocaron el nombre de Resistencia y se la entregaron. Desde entonces lo acompaña fielmente a cualquier lugar al que asista.
Anteriormente Rosângela da Silva, esposa de Lula afirmó que el animal era como su “amuleto”. Según dijo, “es todo un símbolo. Es nuestro amuleto. Fue adoptada en la vigilia, donde estuvo algunos días. Pero hacía mucho frío en Curitiba y enfermó. Y yo dije: ‘Venga, Resistencia, te vienes a mi casa’. Se lo conté a él en una carta: ‘Oye, tenemos una hija nueva’. La gente en la vigilia siempre decía, ‘Resistencia subirá la rampa de Planalto. Así que ella estará allí”.