El pasado viernes funcionarios de la policía de México irrumpieron arbitrariamente a una iglesia de Ciudad Juárez y desalojaron a varios migrantes que se encontraban en el comedor de dicha catedral, entre ellos había un grupo de venezolanos y uno resultó herido.
Según reseñaron diversos portales de noticia, los efectivos llegaron al lugar y comenzaron a golpear a las personas que estaban allí, incluyendo a los sacerdotes.
Las violentas acciones desataron el temor entre los trabajadores que atendían el refectorio. Ellos denunciaron que normalmente los policías acuden a la iglesia para revisar y quitarles el dinero a los migrantes que residen en esa ciudad de México.
“Aquí en catedral tenemos miedo. Los policías hacen revisión y si no encuentran nada, nos dicen malas palabras. Al compañero no le encontraron dinero y se molestaron”, expresó Carlos, un migrante venezolano para la agencia de noticias EFE.
Seguidamente añadió que en su caso no era la primera vez que le robaban dinero. “Ellos, los policías dicen que no tenemos permiso para estar en la ciudad. Nosotros pedimos ante migración que nos den permiso para circular aquí y no nos lo dan. Si no les damos dinero nos amenazan que nos denunciarán ante migración”, explicó.
Por su parte el director de la Casa del Migrante, Javier Calvillo, dijo que se trató de un hecho “crítico“. Afirmó que las autoridades entraron violentamente a un espacio humanitario sin ningún tipo de autorización.
