Ocurrió lo que muchos catalogan como la mayor debacle en la historia del baloncesto de la NBA: los Lakers de Los Ángeles quedaron fuera de la postemporada.
El equipo del “Rey” Lebron James quedó sin opciones matemáticas de avanzar a la siguiente ronda cuando faltan 3 jornadas para el final de la temporada.
Los Lakers comenzaron la campaña como los principales favoritos para hacerse con el título en la NBA.
Con un Lebron James al que parece que no le pesan los años (37), un Anthony Davis con mayor experiencia y dominante en los tableros, más la adición de un “todos estrellas” como Russell Westbrook; los angelinos no tenían otra cosa en mente que un nuevo título.
Pero algo se torció en el camino. Aunque Lebron mantuvo un nivel superlativo (está entre los líderes de anotación), Davis no pudo estar nunca al 100% por las lesiones y la adición de Westbrook fue un rotundo fracaso.
Si a eso le sumamos que los actores de reparto, la segunda unidad, no funcionaron. Podemos darnos una idea de los motivos de la debacle.
El tridente James-Davis-Westbrook en vez de funcionar, se rompió y es probable que haya una profunda renovación para el próximo año. Westbrook no continuará y el Director Técnico Frank Voegel parece que tiene su tiempo contado en el equipo.
Lejos queda la temporada 2020-21 en la cual los Lakers se alzaron con el título de la NBA en la “burbuja” de Orlando. Ahora los angelinos tienen la mira puesta en la venidera campaña.
De ser considerados los máximos favoritos al título, a no poder clasificar a la postemporada (pasaban 10 de 15 equipos). De ser el equipo a vencer, a no poder lograr un récord positivo.
Lebron jugó como un “Rey”, sus compañeros como unos plebeyos. Los Lakers de este año pasarán a la historia como el mayor fracaso del baloncesto de la NBA.
