Desde hace más de una década diversos actores han recibido financiamiento constante para generar campañas de desinformación en medios digitales y redes sociales. Y contrariamente a lo que indican informes de ONGs nacionales e internacionales, quienes reciben cuantiosas sumas de dinero para desinformar en el país están alineados con intereses de la derecha nacional e internacional.
En el año 2010 se supo que documentos desclasificados del Departamento de Estado de Estados Unidos a través de la Ley de Acceso a la Información (FOIA, por sus siglas en inglés) evidenciaban la entrega de más de 4 millones de dólares a medios y periodistas venezolanos entre 2008 y 2010.
El Instituto Prensa y Sociedad, entidad creada en Perú con dinero de la Usaid y NED, y luego establecida en Venezuela en 2003, recibió 49.975 de la NED en 2009 para promover y defender la libertad de expresión y libertad de prensa en Venezuela, según documentos desclasificados.
El YPyS también recibió más de 821 mil dólares en 2008 directamente del Departamento de Estado de Estados Unidos, junto a la ONG venezolana Espacio Público, para un proyecto de dos años para promover la libertad de expresión en Venezuela, financiar planes de estudios sobre periodismo en universidades venezolanas y capacitar cientos de periodistas en el uso de los medios innovadores.
La Asociación Civil Libertad Ciudadana recibió 35.390 dólares de la NED en 2009, y 44 mil dólares en 2008, para capacitar a los periodistas venezolanos para poder cubrir asuntos de seguridad y defensa de una perspectiva de derechos humanos y democracia.
La ONG Un Mundo Sin Mordaza (UMSM), cuya misión principal es «liderar campañas de sensibilización internacional sobre la situación en Venezuela», es una de las principales ONGs financiadas por el gobierno de EEUU y recibe fondos de USAID y NED, según el profesor estadounidense Tim Gill de la University of North Carolina Wilmington.
El gobierno de Estados Unidos envió $656 millones a Venezuela entre los años 2017 y 2019, destinados a ayuda humanitaria, según documentos oficiales de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés), y una buena tajada de este monto se destinó a la lucha por la “libertad de expresión” en Venezuela.
En septiembre de 2019, el administrador de la Agencia de EEUU para el Desarrollo Internacional (USAID) Mark Green, anunció la entrega de $52 millones en ayuda para el desarrollo a fin de ayudar a actores de la derecha liderados por Juan Guaidó. Buena parte del dinero se destinó a la denominada prensa independiente.
En junio de 2021, la entonces embajadora de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, Linda Thomas-Greenfield, anunció casi $ 407 millones en asistencia humanitaria, del cual un monto considerable se destinó a medios digitales de derecha en Venezuela.
El pasado mes de junio de 2022, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden anunció en la Novena Cumbre de las Américas casi $314 millones en nueva asistencia humanitaria, del cual, por supuesto otra tajada ha sido destinada a medios “independientes” en Venezuela.
¿Quién censura a quién en Venezuela?
Diversas organizaciones internacionales y nacionales han intentado posicionar la matriz de que en Venezuela no existe libertad de expresión y se censura al pensamiento disidente.
Curiosamente tales organizaciones han recibido jugosos financiamientos internacionales, para expresar con plena libertad sus medias verdades y en algunos casos francas y abiertas calumnias, contra instituciones y personas.
Algunas de estas Ongs están siendo investigadas inclusos por denuncias de malversación de fondos, como el caso de Espacio Público, mientras otras han sido señaladas de integrar la nómina del interinato de Guaidó que ha destinado millonarios recursos a financiar campañas a su favor y de descrédito de otros actores en medios digitales y redes sociales.
Más allá de las campañas de denuncia de la supuesta “censura” contra medios y voceros de oposición en Venezuela, los hechos parecen mostrar sí una operación de censura en el espacio digital y redes sociales, pero dirigida y orquestada por actores de derecha, en contra de portales y voceros que intentan mostrar la otra cara de la moneda, para darle a la opinión pública elementos de valor para entender la complejidad de la verdad de Venezuela.
Medios digitales como:
Misión Verdad, La Tabla y otros han sido objeto de operaciones de ataque en el ciberespacio, en contra de sus portales web y sus cuentas en redes sociales.
Medios del Estado como VTV, o la multiestatal TeleSUR han sido bloqueados sistemáticamente de espacios como Youtube y otras redes sociales, impidiendo que la población reciba la información oportuna por parte de las instituciones públicas.
Numerosos servidores públicos venezolanos, como la propia Vicepresidenta Ejecutiva, Ministros, Viceministros, Directores, entre otros han sido baneados por las redes sociales internacionales, violentando así el derecho a la información oficial de la población venezolana.
Venezuela tiene el penoso récord de contar con primer programa de televisión censurado por la Unión Europea, El Mazo Dando, cuya cuenta en la red social Twitter ha sido censurada y eliminada de forma sistemática en el último año.
Ahora, operadores de derecha en Venezuela y en otros países se ensañan contra tres portales digitales independientes: Venezuela News, Lechuguinos y Fuser News. Para ello han financiado acciones claves de hackers, así como de corporaciones mediáticas como Twitter, para intentar impedir que el trabajo de un grupo de periodistas, investigadores y comunicadores digitales innovadores llegue a la opinión pública.
El objetivo es bastante evidente: censurar la verdad de Venezuela que resulta incómoda para ciertos poderes fácticos. Y un elemento común destaca a simple vista: develar la verdad sobre el caso de secuestro y judicialización del enviado especial de Venezuela, Alex Saab.
Tal parece que hay poderes hegemónicos dispuestos a invertir miles de dólares en censurar la verdad de Venezuela, y no, no son los que los medios privados de derecha han intentado criminalizar desde hace años en el país.
