Pese al aval de la ONU sobre el plan de Japón respecto a sus aguas radioactivas de Fukushima, vecinos de Asia Pacífico están en alerta.
El plan de Japón para liberar aguas radiactivas tratada de la planta de energía nuclear Fukushima genera criticas de sus vecinos de Asia Pacífico.
Entre los primeros en poner el grito al cielo es China, que lamentó la decisión del Organismo Internacional de Energía Atómica, de considerar que la descarga “tendrá un impacto radiológico ínfimo en la gente y el ambiente”.
Japón ha buscado el apoyo del OIEA para darle credibilidad al plan. Expertos del organismo de la ONU y 11 países han viajado varias veces a Japón. Estos han realizado experticias desde principios de 2022 para inspeccionar los preparativos del gobierno y del operador de la planta, Tokyo Electric Power Company Holdings.
Opiniones cruzadas
No obstante, grupos surcoreanos, chinos y de algunos Estados isleños del Pacífico se oponen debido a inquietudes por la seguridad.
Pero también mencionan razones políticas que pudieran desencadenarse en torno a esta problemática, destacan agencias como Bloomberg, AP y Reuters.
En el centro del debate está la presencia de tritio, un radionúclido que no se puede eliminar por completo porque es un componente de las moléculas de agua.
Aun cuando las agencias de la ONU y autoridades niponas insisten que los científicos concluyeron que la radiación del incidente de Fukushima el pasado marzo de 2011 no provocó muertes y no causaría daños generalizados a la salud humana.
Despite safety assurances, Japan’s plan to release of treated radioactive water from the wrecked Fukushima Dai-Ichi nuclear power plant into the Pacific Ocean is drawing criticism from neighbors. https://t.co/QRmppx8ut7
— Bloomberg (@business) July 10, 2023
