Un informe realizado por más de 100 investigadores en el planeta, rebeló que América Latina es la tercera región más desigual a nivel mundial. La investigación que duró 4 años refleja que antes de América Latina está África y Oriente Medio.
El Análisis en cuestión es elaborado por el Laboratorio Mundial de Desigualdad (WID por sus siglas en inglés) que trabaja conjuntamente con una amplia red de instituciones estadísticas, autoridades fiscales, universidades y organizaciones internacionales.
Su objetivo es armonizar, analizar y difundir información sobre la dinámica de las desigualdades globales.
El informe reveló que el 10 por ciento de la población más rica concentra el 75 por ciento de la riqueza producida. Mientras que el 50 por ciento de los seres humanos apenas poseen el 2 por ciento.
Desigualdad Global 2022, es el nombre que lleva el análisis y fue publicado el 7 de diciembre. El texto señala que la diferencia entre los más ricos y los más pobres en América Latina puede llegar al 55 por ciento de los ingresos de la región.
Brasil, el más pobre de América Latina
El reporte explica que Brasil es el país latinoamericano con mayor desigualdad. Es 50 por ciento más pobre y gana 29 veces menos que los otros.
De igual manera, el texto habla sobre la relación entre los ingresos e impacto en el clima. “El 10 por ciento más rico es responsable de emitir el 48 por ciento del dióxido de carbono (CO2), mientras que los más pobres representan solo el 12 por ciento de las emisiones”.
Los investigadores sugieren aplicar un grupo de políticas públicas para reducir la inequidad, entre ellas la instrumentación de un impuesto sobre las grandes fortunas (variable entre 0,6 y 3,2 por ciento), con lo cual podría captarse el 2,1 por ciento de ingresos a nivel global y dedicarlos a inversiones en salud y educación.
Además, se detallan distinciones entre crecimiento económico y distribución de la riqueza.
Los investigadores dejan claro que los gobiernos suelen hablar sobre incrementos productivos. Sin embargo, no abordan cómo se distribuye la riqueza creada, cuestión que valoran como fundamental para promover la democracia.