Las selecciones con más historia del fútbol suramericano, Brasil y Argentina, protagonizaron un nuevo capítulo de su rivalidad en el estadio Maracaná de Río de Janeiro. El triunfo 1-0 de La Albiceleste quedó empañado por la agresión de la policía brasileña a los hinchas argentinos.
Previo al inicio del choque, válido por la sexta jornada de las eliminatorias suramericanas, las fuerzas de seguridad del país amazónico mostraron su peor cara, como ya lo hicieron en la final de la Copa Libertadores. En ese duelo, Fluminense superó 2-1 a Boca Juniors.
Los incidentes entre las aficiones comenzaron por la colocación de una bandera por los brasileños, en un lugar destinado para los seguidores argentinos. Esto generó una serie de escaramusas y que varios seguidores locales despegaran los asientos de su lugar para arrojárselos a los visitantes.
La situación pareció calmarse tras la intervención de los agentes de seguridad, pero las cosas cambiaron con el ingreso de ambas oncenas. Los simpatizantes albicelestes reaccionaron a los abucheos a su himno y en su intento por defenderse de los brasileños, fueron reprimidos por la policía.
Los dirigidos por Lionel Scaloni se acercaron a las tribunas para apoyar a sus compatriotas. Emiliano “Dibu” Martínez, Cristian Romero, Giovanni Lo Celso, Leandro Paredes y Lautaro Martínez se subieron a las escaleras que separan las gradas del campo de juego para ayudar a las víctimas a salir de los ataques.
Luego de más de cinco minutos, el capitán Lionel Messi, seguido por todo el plantel, le anunció al árbitro Piero Maza que no disputarían el partido hasta que no estén dadas las condiciones. A la par, par de hinchas argentinos eran sacados en camilla con uno de ellos con la cara totalmente ensangrentada.
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— Pablo Giralt (@giraltpablo) November 22, 2023