La refinerías de India han dejado atrás el uso del dólar. Han comenzado a usar dirhams, moneda de Emiratos Árabes Unidos, para pagar por el petróleo ruso que compran a través de comerciantes con sede en Dubái, así lo ha informado Reuters.
India no reconoce las sanciones occidentales contra Rusia. Sin embargo, los bancos e instituciones financieras indias prefieren ser cautelosas a la hora de liquidar los pagos. No quieren infringir de manera involuntaria con las numerosas sanciones impuestas contra sus socios rusos.
De esta manera, India busca evitar inconvenientes futuros.
En diciembre del año pasado, la Unión Europea, los países del G7 y Australia, establecieron un tope al precio del petróleo ruso. Lo fijaron en 60 dólares por barril.
La medida prohíbe a las empresas de occidente, como los proveedores de seguros y transporte, que sustentan gran parte del comercio mundial, participar en los envíos de crudo ruso a terceros países, si el precio de compra supera los 60 dólares por barril. Sin importar si el petróleo está destinado a países como China e India, que no reconocen el tope.
Aún cuando India no recurre a ese tipo de empresas para abastecerse de petróleo. Debido a que las refinerías de ese país compran principalmente petróleo ruso a comerciantes con sede en Dubái. Entre esos comerciantes se encuentra una filial de la petrolera rusa Lukoil. Con esta iniciativa de usar otras monedas, quieren evitar que les impidan seguir comprando petróleo ruso, si su precio sube más allá de los 60 dólares por barril.
Una acción que ayudaría incluso a Rusia a cumplir su apuesta de desdolarizar su economía.
India apuesta por el petróleo ruso
India es el tercer mayor importador de petróleo a nivel mundial. Desde octubre de 2022, Rusia se ha convertido en su principal vendedor de petróleo, desplazando así a países como Irak y Arabia Saudita.
De acuerdo a datos del rastreador de cargas de energía Vortexa, India compró a Rusia 1,2 millones de barriles diarios de petróleo, en diciembre del año pasado.
Esa cantidad representa un récord histórico y superó en gran medida a las compras realizadas a Irak, que alcanzaron los 886.000 barriles diarios, y a las de Arabia Saudita que llegaron hasta unos 748.000 barriles diarios.
