Al final dieron su brazo a torcer, el Palacio de Buckingham reconoció este jueves como príncipes, a los hijos de los duques de Sussex, Meghan y Harry.
A través de un comunicado en su página web, actualizaron el tratamiento oficial que recibirán Archie y Lilibet, con los títulos de príncipe y princesa.
Asimismo, se conoció que hasta hoy la familia real británica no había actualizado el tratamiento de los hijos de Meghan Markle y el príncipe Enrique, llamado popularmente Harry.
“La sucesión al trono está regulada no sólo por descendencia, sino también por estatuto parlamentario. El orden de sucesión es la secuencia de los miembros de la Familia Real en el orden en que se ubican en la línea de sucesión al trono”. Reza parte del comunicado.
Este cambio llega después de que el portavoz de Meghan y el príncipe Harry, confirmara que su hija pequeña fue bautizada el pasado viernes. El mismo se realizó en un acto privado en su domicilio de Los Ángeles, donde reside la pareja.
Vale mencionar que en el anuncio, el portavoz corroboró la noticia refiriéndose a la niña por primera vez públicamente como “princesa“.
“Los títulos de los niños eran un derecho de nacimiento desde que su abuelo (Carlos III) se convirtiera en monarca. Este asunto se ha acordado desde hace algún tiempo en línea con el Palacio de Buckingham”. Según informó el portavoz de los duques de Sussex.
Los hijos de Meghan y Harry se convierten automáticamente en príncipe y princesa, según las reglas fijadas por el rey Jorge V en 1917.