A través de un comunicado, se conoció que el ginecólogo Jos Beek utilizó su propio esperma en 21 mujeres, sin ellas tener conocimiento, engendró el mismo total de hijos. El hecho ocurrió en el hospital Alrijne de la ciudad de Leiden, Países Bajos, donde el ginecólogo trabajó durante 25 años. Reseñó nota de prensa.
Ante este caso, se ha realizado pruebas de ADN a las 21 mujeres a quienes se les aplicó tratamientos de fertilidad. Además, vale destacar que el ginecólogo Jos Beek murió.
“Beek habría efectuado esos tratamientos de fertilidad entre 1973 y mediados de la década de 1980″, reseñó la nota.
En el comunicado el centro médico manifestó que “no consta que los niños y sus padres estuvieran al tanto de esto. Los tratamientos de fecundidad se desarrollaron en el ámbito mundial desde la década de 1970 hasta mediados de la de 1980”.
Vale destacar que el hospital donde se realizó la inseminación con esperma “no descarta la posibilidad de que se descubran más descendientes del fallecido ginecólogo”.
Asimismo, el centro de salud informó que las investigaciones comenzaron en el mes de enero; los resultados de ADN se esperan para el próximo verano.
Por su parte, Peter Jue, integrante de la junta directiva del Alrijne calificó la acción del ginecólogo como “inaceptable”. Agregó que en el momento en que ejercía el ginecólogo “apenas había regulaciones en cuanto a los programas de fertilidad”.
En consecuencia, aclaró que los tratamientos de fertilidad en la actualidad es “completamente diferente”, cumpliendo con protocolos nacionales y métodos de control que se aplican de forma “consistente y cuidadosa”.
