- Publicidad -spot_img
- Publicidad -spot_img
InicioEconomíaExpediente News | “Sanciones”: un arma criminal en un sistema hipócrita

Expediente News | “Sanciones”: un arma criminal en un sistema hipócrita

- Publicidad -spot_img
Compartir

La clásica doctrina del liberalismo económico plantea que la mejor forma de alcanzar el desarrollo y la eficiencia en la asignación de los recursos es a través del mercado libre, ergo sin la intervención del Estado. Por tanto, figura también como uno de los pilares de esta visión el libre comercio para el avance de las naciones.

Desde Adam Smith y Friedrich Von Hayek, hasta Milton Friedman y la Escuela de Chicago, entre otros, ese ha sido el argumento central para elaborar una suerte de recetario, que según pontifica el Norte “desarrollado”, debe cumplirse a pie juntillas en todo el planeta. En esta pauta, el Estado debe ser mínimo, es decir casi no deberían existir regulaciones, ni impuestos. Con ello se apuesta al libre juego de la oferta y la demanda, con la convicción de que el capital se “autorregulará” y conseguirá sus propios equilibrios.

Unos sí y otros no

El punto es que en los hechos se aplica una suerte de “doublethink” o doble pensamiento, al más genuino estilo orwelliano, puesto que lo que se exige a unos países (Tercer Mundo o mundo subdesarrollado) a través de la Organización Mundial de Comercio (OMC), para nada se cumple en los centros de poder económico (norte desarrollado).

El siempre lúcido Noam Chomsky lo resume de este modo: “Más que una economía de mercado, tenemos una economía de casino. (…) El mundo de los negocios nunca ha estado dispuesto a aceptar el libre mercado: es demasiado destructivo para ellos. Por esta razón el mundo de los negocios ha pedido constantemente al Estado que intervenga para protegerlo de los estragos del mercado. En realidad, esto ya era obvio en los días de Adam Smith”.

Los todopoderosos

Basados en su hegemonía militar y económica, después de la Segunda Guerra Mundial, los Estados Unidos han construido un sistema financiero internacional a su imagen y semejanza. Como se dice popularmente ellos se pagan y se dan vuelto. No sólo ostentan un supra poder, que les permite decir quién cumple o no, con los preceptos de la doctrina liberal; sino que además imponen “sanciones económicas”, que atentan contra la esencia ideológica del sistema que dicen defender.

Atilio Borón lo explica así: “Podría decirse que la OMC es el ministerio de Hacienda del imperio. Se trata de una organización con tintes mafiosos, que se encarga de organizar el chantaje y la extorsión ejercida por el imperialismo y sus principales aliados y empresas sobre los países más débiles”.

Sanciones criminales

De otro modo cómo entender que actualmente, en pleno siglo XXI, además de Venezuela, existen otros 29 países sometidos a un ilegal régimen de sanciones criminales. Estas medidas, como precisa el Viceministro de Políticas Antibloqueo del Ministerio de Finanzas y presidente del Observatorio Venezolano Antibloqueo, William Castillo, afectan a 28% de la población mundial (cerca de 2 mil 500 millones de personas), en un espacio geográfico que abarca 72% del territorio del mundo.

Es un problema mundial. Luego están los países que se benefician o que buscan imponer su criterio político, como la Unión Europea, la Alianza Atlántico y Estados Unidos para seguir su control del mundo. Éstos son los países sancionadores, tú no vas a encontrar a ningún país de África, sancionando a países de América Latina. No, tú consigues a la Unión Europea sancionando a Venezuela, a países africanos, sancionando a Rusia; o a Estados Unidos sancionando a 30 naciones”, precisa Castillo.

William Castillo: Hay que resetear el diálogo nacional

Crimen y despojo

Este sistema vulnera el legítimo derecho de esos pueblos y gobiernos de realizar transacciones libremente en el mercado internacional, como supuestamente predica el liberalismo económico. Pero también supone un despojo de activos en el exterior.

Venezuela, su gobierno y su población, conocen y padecen de cerca esta absurda realidad. El país fue declarado una “amenaza inusual y extraordinaria”, para los intereses de Estados Unidos y se le ha aplicado un paquete de 930 sanciones criminales, en los últimos 9 años.

La vicepresidenta ejecutiva de la República, Delcy Rodríguez, ha informado que se dejan de percibir, desde 2015, más de US$ 29 mil millones de dólares cada año, solo por concepto de ingresos petroleros. Desde 2015, el total de pérdidas ha sido superior a 232 mil millones de dólares, lo que representó en su momento el 99% del total de las entradas en divisas.

Guerra sin bombas

El bloqueo ha causado incalculables daños materiales y dolorosas pérdidas humanas. Hay más de US$ 30 mil millones en activos de la república congelados en el exterior. Todo ello ha provocado estragos en materia de infraestructura y servicios públicos. Y ha ido en detrimento de nuestro proceso de desarrollo. El analista político y sociólogo venezolano, Oscar Schemel, concluye que las sanciones criminales contra Venezuela, “han tenido el mismo efecto destructivo que un bombardeo militar”.

El principal blanco de estas criminales sanciones, o más bien medidas unilaterales y coercitivas, ha sido el corazón de la economía venezolana: es decir la casa matriz, Petróleos de Venezuela (PDVSA). El viceministro Castillo refiere que el ataque a la industria tuvo un impacto “brutal” en la producción petrolera y el ingreso nacional.

De acuerdo con las estimaciones del Observatorio entre 2015 y 2020, fue el punto más bajo en la caída de la producción. En junio (2020), se produjeron apenas 339 mil barriles, de una producción de 2,4 millones (barriles / día), que se tenía en 2015. Eso generó una caída del ingreso de 99%. Por tanto, hasta 2020, de cada 100 divisas 99 se perdieron.

Trinidad Tobago PDVSA
Foto: Crédito desconocido
Sin parangón

“Hemos logrado recuperar una parte de la producción, hemos recuperado algunas exportaciones y vemos como el ingreso del país creció a US$ 1.700 millones en 2021, y casi US$ 5.000 millones el año pasado”. Sin embargo, agrega Castillo US$ 5.000 mil millones representan 10%, de lo que se recibía en 2014.

“Es una cosa que no tiene parangón, por el impacto sobre el ingreso, sobre los servicios públicos, mantenimiento de servicios públicos. Ha existido deterioro de los servicios de agua, salud, inversiones públicas. Y por supuesto ingreso familiar, y el pago de salarios”, completa Castillo.

Las víctimas más sentidas

Estas son las cifras gruesas de unas sanciones criminales instigadas por un sector ultra radical de la oposición venezolana. Pero hay un rostro humano que padece el bloqueo en su cotidianidad. Y resiste con heroísmo las injusticias de un sistema internacional hipócrita.

Las sanciones criminales han golpeado duramente la salud del venezolano. Como explica el viceministro Castillo, el primer impacto del bloqueo en Citgo, en 2019, fue la afectación de la Fundación Simón Bolívar. Por culpa de esta acción 52 niños en espera para ser trasplantados han fallecido. Lo más triste es que los recursos existían, la muerte de esos pequeños era perfectamente evitable, pero estos sectores prefirieron congelar el dinero.

“La Fundación Simón Bolívar, tenía un conjunto de recursos dedicados a pagar operaciones en el extranjero, como trasplante de médula, o trasplante de hígado de pacientes venezolanos, totalmente gratis. Ese programa, fue el primer programa que paralizó la oposición cuando tomó control de Citgo. Eso está documentado y está entregado a la Corte Penal Internacional por Fundalatin”, precisa.

Sin medicinas

Gracias a las sanciones criminales, se vio seriamente afectada la producción y oferta de medicamentos dentro de Venezuela. Castillo recuerda que, entre 2016 y 2017, se marcharon del país, (ahora quieren regresar) grandes farmacéuticas. Estamos hablando de 16 de las principales franquicias del mundo (Abbott, Pfizer, Aventis, etc.). Todas se fueron de Venezuela, dejaron de operar y dejaron de vender materia prima.

Nos quedamos de pronto sin medicinas, vino la crisis. No se conseguía ni una pastilla para el dolor de cabeza, eso fue de la noche a la mañana, porque dijeron: mira aquí vienen unas sanciones. Y nosotros no vamos a arriesgar nuestros negocios por operar en Venezuela y cerraron. Ni siquiera a través de terceros accedieron a vendernos materia prima, para al menos mantener abiertas algunas líneas de producción. Eso ha ido bajando, Venezuela ha recibido el apoyo de Rusia, de China, de la India e Irán. Algunas transnacionales están volviendo y están en esta onda de reconsiderar. Pero ciertamente, todavía pesa la amenaza, los abogados están cautelosos, no se avanza como se querría. Lo mismo sucedió con las líneas aéreas”, detalló el viceministro.

Corazones inocentes

Las sanciones criminales tuvieron un impacto dramático en el emblemático Hospital Cardiológico Infantil. Creado por el Comandante Hugo Chávez, este centro de salud es el más importante de América Latina y probablemente del mundo porque está especializado en niños.

Para 2012 se realizaban 1.250 operaciones gratuitas a niños venezolanos y de varias partes de América Latina y del mundo. Se atendían desde bebés recién nacidos, hasta de 1, 2 y 3 años, con padecimientos de cardiopatía congénita. Pues bien, gracias a las medidas unilaterales coercitivas, las empresas proveedoras del software de actualización de los equipos, dejaron de venderle a Venezuela. “Y el hospital llegó a un punto crítico entre 2018 y 2019, cuando apenas se pudieron hacer 183 operaciones. Hoy está en 800 y sigue subiendo otra vez, porque se han recuperado unos recursos en este nuevo ambiente. Pero sí sufrimos afectaciones directas a la salud, y como ése cientos de otros ejemplos”, señala Castillo.

Salud femenina

Como si fuera poco, a causa de las sanciones criminales, la empresa que proveía a Venezuela de los reactivos para hacer las citologías de las damas también se marchó del país. Y eso produjo -como señala Castillo- un aumento del cáncer de cuello uterino, “porque no estabas haciendo pesquisas. Hoy también se está recuperando. Pero si vemos los gráficos de salud, la caída de los indicadores en esos años, fue precisamente cuando se paralizaron gran parte de las relaciones económicas, en materia social, que tenía Venezuela en el mundo”.

La dimensión negativa del bloqueo y sus sanciones criminales ha sido casi omniabarcante. Desde la paralización de navieras para traer turbinas para el sistema eléctrico nacional, hasta aspectos específicos de la salud y alimentación del venezolano. “Tenemos turbinas paradas en puertos de Europa, que no han podido ser traídas; y fueron entregadas incluso por las empresas. Y las navieras no quieren venir por temores a ser sancionadas”, agrega Castillo.

Condena internacional

Sobre las consecuencias nefastas de esta absurda política se han pronunciado diversas personalidades. Entre ellas, la relatora de Naciones Unidas, Alena Douhan, quien ha señalado que las sanciones criminales, o más bien las medidas coercitivas y unilaterales han sido especialmente nocivas. “Han tenido un efecto devastador en toda la población de Venezuela. Especialmente la que se encuentra en situación de extrema pobreza, las mujeres, los niños, las personas con discapacidad o con enfermedades crónicas o que ponen en peligro la vida y la población indígena”.

En su truculenta narrativa, el gobierno de los EEUU justifica las sanciones criminales contra Venezuela y otros 29 países, como una manera de hacer valer los principios y derechos de lo que ellos entienden por “mundo libre”. Es decir, un conjunto de países totalmente genuflexos a los designios de una élite ungida de poderes divinos. Pero la realidad es que detrás de las sanciones criminales hay voraces e insaciables intereses económicos. Las “sanciones”, son el arma criminal por excelencia de un sistema hipócrita.

Venezuela News Radio 104.9 FM

spot_img

Suscríbete a nuestro boletín

- Publicidad -spot_img
- Publicidad -
Nacionales
- Publicidad -spot_img
Últimas Noticias
- Publicidad -spot_img

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí