Se le avecina el invierno a Europa, y entre los temores de corte de gas desde Rusia, también se le disparan los precios.
Este lunes, por primera vez desde principios de marzo, las operaciones marcaron precios en el gas por encima de los 2.800 dólares por cada 1.000 metros cúbicos.
En tanto, el precio de los futuros de gas para entrega en septiembre en el hub de TTF en los Países Bajos subió a 2,862 dólares por cada 1,000 metros cúbicos, o 275.965 euros por MWh (sobre la base del tipo de cambio actual del euro frente al dólar, los precios en ICE están en euros por MWh).
Los precios europeos del gas subieron un 20% después de la decisión de Moscú de cerrar un importante gasoducto.
Trajo consigo el aumento de los temores por una interrupción prolongada del suministro, detallan medios occidentales.
En tanto desde Rusia, detallan que el gasoducto Nord Stream, que suministra gas de Rusia a Europa, se ha utilizado aproximadamente el 20% de capacidad.
Tomando en cuenta que desde el 27 de julio han permanecido cerradas dos turbinas de gas.
Italia y Alemania ¿Víctimas?
A la par de este escenario, analistas prevén que una interrupción en el suministro de gas ruso en agosto agotaría las reservas en los países de la eurozona al final del año.
Incluso señalan que esto propiciaría racionamiento y recesión en las naciones que integran la Comunidad Europea.
Añaden que sin intervenciones en el consumo, el PIB de la eurozona caería un 1,7%.
Entre los países más vulnerables estarían Italia y Alemania, que sufrirían una caída del 2,5%.
El impacto de la reducción del consumo del 15% prevista por la UE sería del 1,1% en los países de la eurozona.
Gas: stop from Russia weighs up to 2.5% on Italy's GDP,study https://t.co/QESTxxp4hF
— ANSANewEurope (@ANSANewEurope) August 22, 2022
