Dos terremotos sorprendieron al mundo esta semana en Turquía y Siria y hasta ahora se contabilizan más de 25 mil personas fallecidas por ese hecho.
Este evento, que sacudió la región el lunes pasado, y que ya generó más de 680 réplicas, tuvo la potencia de 130 bombas atómicas de las de Hiroshima, según expertos.
El sismo; de magnitud 7,8; dejó destruida una superficie de unos 200 kilómetros de largo y 30 de ancho.
Desde 1939 Turquía no sentía un terremoto de esta fuerza, por lo que nadie estaba preparado para lo ocurrido. A pesar de eso, sabían que las fallas de Anatolia podían generar una catástrofe.
Turquía está situada entre dos importantes fallas y tres grandes placas tectónicas, lo que la convierte en una de las zonas sísmicas más complejas y activas del mundo.
Otros terremotos
Los terremotos en Turquía y Siria duraron apenas 30 segundos y fueron suficientes para dejar daños irremediables.
Sin embargo, no han sido los únicos terremotos devastadores de la historia reciente.
Nepal
Un terremoto de magnitud 7,8 sacudió Nepal el 25 de abril de 2015, además de cobrarse más de 8.700 vidas y destruir medio millón de casas, movió la montaña más alta del mundo.
El valle de Katmandú, situado a unos 80 kilómetros del epicentro, se movió dos metros al sur a causa del temblor.
De acuerdo a un estudio del Instituto Nacional de Cartografía y Geología de China, el potente sismo desplazó el Everest tres centímetros hacia el suroeste. No obstante, la montaña no perdió altura, y con sus 8.848 metros sigue siendo la más elevada del planeta.
Japón
En marzo de 2011 tuvo lugar en las costas japonesas un conjunto de temblores que alcanzaron la escala de 9,1 grados. En el evento murieron más de 15.000 personas y hubo un tsunami que arrasó con las poblaciones cercanas a la costa.
Los daños materiales causados por el terremoto y el tsunami se estiman en unos 25 billones de yenes (unos 300.000 millones de dólares).
El gobierno japonés estimó que el Tsunami arrasó cerca de cinco millones de toneladas de escombros que fueron arrastrados a alta mar, donde el 70% se hundió, dejando 1,5 millones de toneladas flotando en el Océano Pacífico. Los escombros no fueron considerados radiactivos.
Haití
Un temblor de magnitud 7 que agitó Haití en 2010 derrumbó Puerto Príncipe, su capital, y se cobró la vida de más de 316.000 personas.
Causó también una catástrofe humanitaria con más de un millón de afectados por la pérdida de sus hogares y medios de vida.
Sichuan
El terremoto de 7.9 de magnitud golpeó la provincia china de Sichuan en mayo de 2008, no fue el mayor de la historia, pero la destrucción que causó y el número de gente afectada lo convirtieron en un evento extraordinario luego de dejar 90.000 personas fallecidas.
Cachemira
El 8 de octubre de 2005, un terremoto de magnitud 7,6 mató a más de 73.000 personas y dejó sin hogar a 3,5 millones, principalmente en la Cachemira controlada por Pakistán. La infraestructura médica quedó casi completamente destruidas.
Los historiadores aseguran que la mayor magnitud de un evento de esta naturaleza no tiene por qué significar mayor destrucción.
Hechos concretos como el del Terremoto de Valdivia, en Chile, en 1960, o el de Alaska, en 1964, provocaron menos muertes y fueron de magnitud 9.
La gravedad varía debido a diversos factores como la localización del temblor, el número de residentes en la zona o el tipo de edificaciones.