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“Detrás de escena del caso Alex Saab”. Entrevista al comunicador Pedro Carvajalino | Por: Geraldina Colotti

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Pedro Carvajalino, periodista del programa Zurda Konducta, se encarga de la comunicación del movimiento Free Alex Saab, tanto a nivel nacional como internacional. Le agradecemos esta entrevista en un momento crucial para el asunto legal del diplomático, ya que se encuentran en curso las audiencias para el reconocimiento de su condición de enviado especial por parte de Estados Unidos.

¿Qué te impulsó a defender esta causa?

Porque es un caso emblemático de la resistencia de un pueblo, el pueblo venezolano, contra la injusticia de Estados Unidos. Además, como colombiano que tuvo que huir de la violencia, siento profunda simpatía por quienes, como Alex, resistieron la presión y el ostracismo de los gobiernos de Álvaro Uribe e Iván Duque, cuando prohibieron cualquier tipo de intercambio comercial con Venezuela, pena de represalias. Somos de la misma ciudad, Barranquilla. La historia de este emprendedor que tiene ideales, y que decidió involucrarse para ayudar al pueblo venezolano mientras todos le daban la espalda por temor a las consecuencias (que luego tuvo que sufrir), me impactó mucho. En 2005, era miembro del Partido Comunista Colombiano, estaba investigando sobre la violencia contra los campesinos, expulsados de sus tierras. Mataron a mi profesor de sociología, y me hubieran matado a mí también si no me hubiera ido como tuvieron que hacer millones de colombianos, muchos de ellos refugiados en Venezuela. Alex también fue perseguido por la élite colombiana porque había decidido ayudar al pueblo venezolano a escapar de las condiciones del bloqueo. Como recordarán, desde 2014 en adelante, el gobierno de EE. UU. promulgó cada vez más medidas coercitivas unilaterales para llevar al colapso a la economía venezolana. Después de la muerte de Chávez, querían acabar con el presidente Maduro. Entonces prepararon la violencia política de 2017, luego, a partir de 2018, decidieron afinar la estrategia de asfixia económica. En ese contexto, Alex Saab comenzó a jugar un papel decisivo

¿En qué términos?

Como empresario colombo-venezolano, venía colaborando con el gobierno bolivariano desde 2006 en la construcción de viviendas de interés social y en el sector de la alimentación. Con la intención de encontrar la manera de eludir las “sanciones” y atender las necesidades del pueblo venezolano, en 2018 el presidente Maduro convoca a
algunas personas de confianza y designa como enviado especial a Alex Saab, figura que tiene estatus diplomático y que representa para todos el presidente. Una especie de oasis en el laberinto en el que nos encontrábamos. ¿Sabes quién fue también un enviado especial de Maduro? Maradona. Durante los años del bloqueo, trajo trigo, alimentos y utilizó su red de contactos en todo el mundo para ayudar a Venezuela. Y así lo hizo Alex Saab. Ya en 2015 había importado 4 millones ochocientas mil bolsas de comida. Recuerdo la Navidad de 2018. Como es tradición, siguiendo el ejemplo de Chávez, Maduro siempre se ha encargado de que en las mesas navideñas venezolanas no faltara el pernil, que estaba por llegar desde Colombia. Sin embargo, el gobierno colombiano ha bloqueado los camiones en la frontera de Cúcuta, provocando que la carne se pudra para causar malestar en la población. Sin embargo, de 2018 a 2020, Alex Saab logró evadir muchas de estas “sanciones”. Su actuación ha sido decisiva en diversas circunstancias, aunque se desconozcan muchas cosas.

¿Por ejemplo?

En 2020, en Venezuela estábamos al borde del colapso, económicamente, por la falta de alimentos y medicinas, pero también por la de gasolina. Fíjense, un país petrolero como el nuestro que se queda sin gasolina porque no puede comprar un solo repuesto o aditivo en el exterior, y porque se robaron la principal refinería de Estados Unidos, Citgo, que nos enviaba gasolina y dinero, y eso había terminado en manos de la pandilla autoproclamada de Guaidó, por lo tanto en las del gobierno de Estados Unidos. Una situación que, en plena covid, podría haber provocado colas, protestas y la propagación del virus. Estados Unidos lo sabía y apuntaba precisamente a eso, una catástrofe sanitaria completa con hospitales públicos atascados y la solicitud de volver, por supuesto, al sector privado. En ese momento, con la complicidad de sus aliados europeos, también nos habían impedido comprar vacunas, bloqueando el dinero de Venezuela. Sólo teníamos gasolina para otros 5 días. Y es en ese punto cuando el papel de Saab fue decisivo. Mientras tanto, Alex ya había viajado por medio mundo importando medicamentos para pacientes con cáncer y, luego, mascarillas: logrando evadir las “sanciones” y mitigar el efecto genocida que ya habían tenido sobre la población. Se estima que más de 40.000 personas han muerto por falta de medicamentos que salvan vidas, que no son caros, pero que se habían vuelto inalcanzables. Consideren que el dinero de Venezuela había sido embargado en bancos estadounidenses y europeos, que habíamos sido excluidos del sistema swift, y para las finanzas internacionales éramos un estado paria. Imagínense cuantas vueltas, cambios de bandera con tantas subidas de precio que tenían que hacer los barcos para hacernos llegar los suministros necesarios: y con poca certeza, porque muchas veces llegaban amenazas de sanciones a los capitanes de los barcos y sus familias, y todo paraba.

¿Y que pasó esa vez?

Alex puso a disposición sus contactos comerciales con Irán. Por decisión del presidente Maduro, realizó un puente aéreo para importar repuestos para los catalizadores de nuestras refinerías durante 16 vuelos. Y luego, dijo: “Podemos conseguir los barcos, voy a Irán”. A riesgo de no volver a ver a su familia, pues en ese momento en Irán había 1.500 muertos al día por covid-19. Sin embargo, de esta manera lograron llegar cinco barcos cargados de gasolina, lo que permitió al gobierno bolivariano una distribución racional y organizada del combustible. Lo que no se sabe mucho es que Estados Unidos le pidió a Alex Saab que suspendiera su actividad por al menos tres meses: el tiempo -dijeron que hubiera sido suficiente para provocar el colapso de Venezuela, luego de haber desmantelado la infraestructura interna de nuestro país. Y Alex no aceptó.

¿Por eso lo secuestraron en Cabo Verde?

Sí, al regresar de una misión diplomática en Irán. Emitieron una circular falsa de la Interpol, que ni siquiera llevaba su nombre, lo secuestraron, lo encerraron en una cárcel, lo
aislaron, lo torturaron, violando todos sus derechos humanos y su condición diplomática. E incluso en este sentido, hay hechos poco conocidos: por ejemplo, que Estados Unidos abrió en Cabo Verde la embajada más cara de África. La operación contra Alex le costó 200 millones de dólares. En un momento, un buque de guerra que costaba $ 50.000 por día estuvo estacionado en las aguas y permaneció allí durante dos o tres meses luego de una
alarma delirante, lanzada por Mike Pompeo y Elliot Abrams, de que los rusos irían a liberar a Alex Saab. Los dos dijeron eso a Trump, que el pueblo estadounidense ahora rechaza con razón: Alex Saab es muy peligroso, sabemos que es un diplomático, pero debemos actuar de todos modos porque está obstaculizando nuestros planes.

¿Cuáles eran los planes?

Aplastar la economía venezolana, provocar protestas y muertes durante el covid, y el colapso del sistema público: los ingredientes perfectos para una revolución de color. Y, por eso, también se arriesgaron a la crisis internacional con Rusia. Ahora, para mantener en prisión a Alex, a quien deportaron a Estados Unidos, niegan que fuera diplomático. Pero hay muchas pruebas que los desmienten y que estamos presentando en estas audiencias de diciembre, cuya sentencia se espera para el 20 de este mes. En su libro “Un Juramento Sagrado: Memorias de un Secretario de Defensa Durante Tiempos Extraordinarios”, el ex Secretario de Defensa Mike Esper admite que Estados Unidos sabía perfectamente que Alex era un representante debidamente acreditado del gobierno venezolano y que estaban violando el derecho internacional. En el capítulo de “Medidas desesperadas”, Esper explica los mecanismos para asfixiar las economías de Venezuela e Irán, el apoyo brindado a los intentos desestabilizadores de Guaidó, el magnicidio frustrado del presidente Maduro, y el secuestro de Alex Saab, como nueva aplicación de la Doctrina Monroe.

Y ahora, ¿qué esperanza hay de que Alex Saab vuelva a ser un hombre libre?

Mientras tanto, hay constancia de que todos los marcos judiciales establecidos contra Alex en algunos países, como Suiza o Ecuador, se han derrumbado. E incluso Italia, que se ha prestado a una persecución judicial y mediática de Camilla Fabri, la esposa de Alex, no ha encontrado elementos para proceder. Y luego, está el proceso de diálogo en curso entre el gobierno bolivariano y la oposición financiada por Estados Unidos. Y ahí está el hecho concreto de la realpolitik. Hoy Estados Unidos necesita del petróleo venezolano, en el contexto de la crisis energética internacional. Y el presidente Maduro ha demostrado ser un elemento de equilibrio y convivencia pacífica hasta en los peores momentos: exigiendo reciprocidad, respeto a la soberanía e independencia de Venezuela, como reiteró también al poner sobre la mesa con firmeza la liberación de Alex Saab. Hoy, Estados Unidos necesita a Venezuela más de lo que Venezuela los necesita a ellos. No somos un estado paria, como diría la narrativa dominante, en el que los ciudadanos necesitan ser castigados y supervisados porque votan por Maduro y levantan la bandera de la soberanía. Por eso, en la mesa de diálogo en México a la que acudió Camilla, en representación de Alex, quien es delegado del área social, además del fin de las “sanciones” y el bloqueo, que ha empeorado la calidad de vida de la población, se pide la restauración del derecho internacional y la liberación inmediata del diplomático Alex Saab. Los amigos que te han echado una mano en momentos difíciles no se olvidan si se enferman o van presos.

¿Qué balance haces de la solidaridad internacional?

Ha habido una gran respuesta, tanto a nivel popular como institucional. Está claro que lo que le pasó a Alex le puede pasar mañana a cualquiera que esté en la mira del imperialismo estadounidense. Presidentes o expresidentes de América Latina, como Pepe Mujica o Evo Morales, han expresado su apoyo, importantes sindicatos como la Central de Trabajadores y Trabajadoras de Argentina, o foros internacionales como el Foro de San Paulo, que pidió la liberación de Alex Saab en su declaración final. Y me emocionó mucho el pronunciamiento de Runasur, la Unasur de los pueblos originarios, de las feministas, de los sindicatos, de los movimientos populares del Sur. En su comunicado final Runasur dijo que Alex Saab es un símbolo de lucha y resistencia, como Milagro Sala o Jorge Glas, que acaba de ser liberado en Ecuador. Quisieron demonizarlo, pero en cambio salió el genio de la botella, y Alex Saab se convirtió en un estandarte de los pueblos que luchan contra el imperialismo.

Por: Geraldina Colotti

Venezuela News Radio 104.9 FM

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