Desarrolladores kenianos que trabajaron en las mejoras del motor de búsqueda de ChatGPT, piden a legisladores meter la lupa a los contenidos de esta Inteligencia Artificial.
Los informáticos kenianos pertenecientes a la firma Sama que contribuyeron en la eliminación de contenidos de violencia gráfica como escenas de asesinato, bestialidad y violación, exigen a legisladores de su país intervenir en una serie de anomalías presentes en ChatGPT de OpenAI.
Los empleados africanos que trabajaron bajo la figura de subcontratados, y ayudaron a suprimir contenido tóxico demandan moderación por parte de los diputados de Kenia, en función de poner el cascabel al gato a OpenAI con ChatGPT, dado la presunta explotación por parte de la Big Tech estadounidense.
De acuerdo a un reporte del sitio TechCrunch, la petición sigue a un informe de Time que detalla la lamentable remuneración de los trabajadores de Sama que hacía que ChatGPT fuera menos tóxico.
Entre estos, precisan que la naturaleza de su trabajo, requería leer y etiquetar texto gráfico, incluida la descripción de escenas de asesinato, bestialidad y violación.
El informe indicó que a fines de 2021, Sama fue contratada por OpenAI para “etiquetar descripciones textuales de abuso sexual, discurso de odio y violencia”. Esto como parte del trabajo para construir una herramienta, que se integró en ChatGPT para detectar contenido tóxico.
Stop a la tercerización
A su vez, los informáticos kenianos instan a las autoridades promulguen una legislación que regule la “tercerización” de trabajos tecnológicos dañinos y peligrosos. Y en consecuencia se proteja a los trabajadores que participan en tales compromisos”.
OpenAI subcontrató trabajadores en Kenia por menos de 2 dólares la hora para supervisar ChatGPT.
Por su parte, la compañía Sama dice que cuenta con el 25 % de las empresas Fortune 50, incluidas Google y Microsoft, como sus clientes.
En tanto, el negocio principal de la empresa con sede en San Francisco es la anotación, curación y validación de datos de visión artificial. Emplea a más de 3 mil personas en sus centros, incluido el de Kenia.
Aunque parte de su plantilla ha puesto el grito al cielo, por lo que pudiera representar esta Inteligencia Artificial Generativa dentro su comunidad de usuarios.
Workers that made ChatGPT less harmful ask lawmakers to stem alleged exploitation by Big Tech https://t.co/87zXgNWyw2 by @annienjanja
— TechCrunch (@TechCrunch) July 14, 2023
