Un grupo de científicos alemanes revivieron gusanos redondos que estaban congelados desde 46 mil años de antigüedad, cuando ocurría la Edad de Hielo.
La especie hallada en el permafrost siberiano, pertenece a una especie no descrita hasta ahora: Panagrolaimus kolymaensis.
Los depósitos intactos, a 40 metros de profundidad, no se habían descongelado desde finales del Pleistoceno, hace entre 45.839 y 47.769 años. Así lo reveló un análisis de radiocarbono del material vegetal de la madriguera tras descongelar a los gusanos en laboratorio.
Los investigadores comenzaron a trabajar con los gusanos para intentar conocer qué vías moleculares y metabólicas utilizan estos organismos para permanecer en estado latente y durante cuánto tiempo pueden suspender la vida como ‘zombis’, algo que no se entiende completamente.
“Es súper fascinante finalmente ver vida de repente, animales vivos saliendo de un pedazo de suelo que ha estado congelado durante 46 mil años”, dijo el Dr. Philipp Schiffer de la Universidad de Colonia.
Schiffer y su equipo pudieron definir al gusano redondo como una especie nueva. Y parece haber desarrollado un “juego de herramientas moleculares” para sobrevivir, agregó.
Los investigadores encontraron que la deshidratación leve antes de la congelación mejoró su preparación para la criptobiosis y aumentó la supervivencia a -80 grados centígrados.
Al igual que otras especies de nematodos, produjo trehalosa de azúcar a un nivel bioquímico cuando se deshidrató levemente en el laboratorio. Esto les permitió resistir la congelación y la deshidratación intensa.
“Construyeron este azúcar, trehalosa, que de alguna manera les ayuda a proteger su ADN y proteínas mientras están en esta etapa de reposo” dijo Schiffer.
Nuevas esperanzas a futuro
El estudio de estas criaturas, agregó, algún día podría informar los esfuerzos de conservación a medida que cambia el clima de la tierra.
“Podemos aprender cosas que podrían informarnos para tal vez salvar especies en peligro de extinción y pensar en medidas de protección y todas estas cosas”.
Amenazas descartadas
Sin embargo, Schiffer no vio ningún peligro inmediato de que los organismos antiguos descongelados pudieran albergar patógenos peligrosos.
“Es algo que es posible. Y con COVID, todos vimos lo que puede suceder muy repentinamente. Pero no diría que hay un peligro inminente de que estas formas traigan algunas bacterias que de repente comiencen a matar humanos”, dijo.
