Sacar a tu perro a pasear por la pradera o cualquier zona al aire libre, pudiera traer un efecto nocivo para la biodiversidad.
Y más en concreto perjudicar la biodiversidad de las reservas naturales al fertilizar el suelo, debido a los altos niveles de nitrógeno y fósforo al ecosistema.
Ello según investigación publicada por científicos de la Universidad de Gante en Bélgica, en el cual se monitorearon cuatro sitios en reservas naturales.
Entre febrero de 2020 y junio de 2021, se llevó a cabo el monitoreo de bosques, pastizales y un prado.
Los investigadores belgas indican que la orina y las heces de los perros aportan grandes cantidades de nitrógeno y fósforo a las reservas naturales suburbanas; esto podría ser perjudicial para la biodiversidad de las plantas.
En total, contaron 1.629 perros en los sitios, lo que correspondía a 1.530 perros por hectárea, por año.
Los científicos asumieron que los perros pasaron una hora en los dos sitios más grandes y media hora en los dos más pequeños, en promedio.
Utilizando valores conocidos por sus concentraciones de nitrógeno y fósforo en las heces y la orina de los perros, calcularon las cantidades que los perros habrían traído a estos ecosistemas.
Estiman que los perros traen 5 kilogramos de fósforo por hectárea por año y 11 kilogramos de nitrógeno por hectárea por año a las reservas naturales suburbanas.
Taking your dog for a walk in a nature reserve could harm biodiversity because its faeces and urine bring in excess nitrogen and phosphorus to the ecosystem. https://t.co/DfV5PtDrV0
— New Scientist (@newscientist) February 7, 2022
¿Perjudicial para la biodiversidad?
De acuerdo a Pieter De Frenne, investigador del Departamento de Medio Ambiente de la Universidad de Gante, confirmó que se trata de datos significantivos.
Añade que demasiado fósforo o nitrógeno, componentes comunes de los fertilizantes, puede conducir a la pérdida de biodiversidad vegetal y la degradación del hábitat.
Igualmente, el estudio apela a la conciencia de los dueños de las mascotas, al momento de recolectar las heces de sus perros.
Dado que esto reduciría la entrada de nitrógeno en un 57% y la entrada de fósforo en un 97%.
«Los dueños de perros deben ser conscientes de que su perro se está comportando como un fertilizante, y si este aún no es el caso, recoja más sus heces», enfatizó el científico Pieter De Frenne.