Este martes, un juez de la ciudad de Los Ángeles (EEUU) condenó a cadena perpetua a la madre de un niño identificado como Anthony Ávalos, luego de confirmarse que practicó torturas contra el pequeño hasta causarle la muerte en 2018.
Además de esta mujer, identificada como Heather Barron, también juzgaron a su expareja, Kareem Ernesto Leiva. Ambos, permanecen detenidos sin derecho a ninguna fianza.
El asesinato de Ávalos no es el único crimen por los que son juzgados, ya que también confirmaron otros casos de abuso contra los hermanos de Anthony. Previo a la sentencia, los fiscales solicitaron pena de muerte, pero los jueces determinaron que “no es una resolución apropiada en ningún caso”.
“Esto fue un asesinato intencional mediante tortura“, declaró Jon Hatami, fiscal encargado del caso, sobre la muerte del niño.
“Mi hijo no respira”
Entre los maltratos denunciados, Barron y Leiva obligaban al pequeño a arrodillarse “sobre arroz crudo hasta sangrar”. Junto a los hermanos, eran obligados a pelear entre ellos y frotaban sus caras en alfombras orinadas. Asimismo, les negaban “comida y agua por largos períodos”, informó Univisión.
La muerte de Anthony Ávalos se registró, luego de que Kareem, agarró al pequeño por el cuello, lo puso contra la pared y dejó caer cuando estaba inconsciente. Dos días después, la madre llamó al 911 para alertar a la línea de emergencias que su hijo no respiraba.
Cuando los paramédicos llegaron, determinaron que Anthony sufrió un paro cardíaco del cual pudieron reanimarlo, pero falleció el 21 de junio de 2018.
Posteriormente, encontraron varias lesiones causadas por quemaduras de cigarrillos y estaba tan demacrado “que pensaron que era un paciente de cáncer”, relató uno de los paramédicos.
Los maltratos comenzaron por parte de Heather Barron, pero se intensificaron cuando Kareem Ernesto Leiva se mudó al domicilio. “Sus familiares creen que el niño prefería que le pegaran a él, para que no sufrieran sus hermanos”.
