Ya son 350 víctimas mortales en el sur de Kenia, África. Estas formaban parte de una secta y eran persuadidas para ayunar, morir y “así ver a Jesucristo”. Cabe destacar que este lunes inició la cuarta fase de exhumaciones.
En ese sentido, se encontraron con otros doce cuerpos más, destaca nota de prensa del medio suizo SWI, elevándose la cifra a 350 fallecidos.
Del mismo modo, destaca el portal europeo, según los últimos datos oficiales confirmados por la comisionada regional de Policía de la costa keniana, Rhoda Onyancha, 613 personas están desaparecidas. Asimismo, van 95 personas rescatadas con vida.
En ese contexto, Kithure Kindiki, ministro del Interior keniano, se refirió a la identificación de al menos cuarenta nuevas fosas comunes.
Igualmente, destacó que estas fosas en el bosque de Shakahola, en el condado costero de Kilifi que posee 320 hectáreas, están pendiente por por abrirse.
El funcionario expresó que perdieron a muchos kenianos. Manifestó que el pecado que cometieron se trató confiar en una persona “que creían que era un hombre de Dios“. Refiriéndose al pastor Paul Mackenzie, líder de la secta religiosa.
Kindiki informó, lamentándose, acerca de familias de 6 y 7 integrantes, enterrados en una misma tumba. Tras dejarse llevar, ayunar para morir y ver a Jesucristo en este poblado.
¿Forzados a ayunar?
A finales de junio, Johansen Oduor, patólogo jefe del Gobierno indicó que de los 338 cuerpos examinados hasta ese momento, 117 eran de menores y 201 de adultos. Entretanto, 20 se encontraban en un estado de descomposición de tal avance que impedía determinar la edad.
Las autopsias que se han practicado hasta ahora indican que aunque todos los cadáveres mostraban signos de iniciación, algunos de ellos, especialmente los de los niños, también mostraban indicios de estrangulamiento y asfixia.
Por lo que, las primeras investigaciones de la Policía sobre este caso, por el que han detenido a 37 sospechosos, indican que los fieles pudieron ser forzados a continuar con el ayuno, aunque tuvieran el deseo de abandonarlo.
