La NASA se está preparando para las próximas misiones Artemisa, pero aún no se ha decidido sobre un vehículo de terreno lunar.
Y ante el desfile de posibles rovers, la firma Astrolab ha decidido competir con su concepto flexible de buggy lunar.
Astrolab, atendido por exempleados de la NASA y SpaceX, se asoció con Venturi Group, un desarrollador de vehículos eléctricos.
En lugar de desplegar rovers personalizados diseñados para misiones específicas, Venturi Astrolab tiene como objetivo crear un LTV altamente versátil, estandarizado y modular que se pueda adaptar a todo tipo de misiones diferentes.
“A medida que hacemos la transición de la era Apolo, que se centró en la exploración pura, ahora, cuando las personas vivirán por períodos más largos en la Luna, el equipo debe cambiar”, dijo Chris Hadfield, miembro de la junta asesora de Astrolab.
La NASA y la industria privada están haciendo amplias inversiones en el aterrizaje lunar que pronto marcarán el comienzo de una era de capacidad de masa aterrizada sin precedentes y cadencia de misión.
En lugar de aterrizar decenas o cientos de kilogramos de carga útil por década; pronto será posible llevar cientos de toneladas en la Luna cada mes. De acuerdo a las ambiciones de NASA, este entorno floreciente exige un nuevo enfoque para las operaciones de superficie interplanetaria.
A Los Angeles-area startup founded by a veteran spaceflight robotics engineer unveiled on Thursday its full-scale, working prototype for a next-generation lunar rover that is just as fast as NASA's old "moon buggy" but is designed to do much more. https://t.co/Cbq56fc8eS
— Reuters Science News (@ReutersScience) March 11, 2022
Pruebas en el desierto
El equipo de Astrolab probó recientemente un prototipo terrestre a gran escala y completamente funcional del rover FLEX en el desierto de California, cerca del Valle de la Muerte (EEUU).
Entre las pruebas se incluyeron:
- Operaciones tripuladas y telerobóticas.
- Un despliegue de una variedad de cargas útiles grandes.
- Pruebas de ingeniería del rendimiento de movilidad del rover en terrenos desafiantes.
Otras características incluyen una antena pivotante para garantizar una comunicación constante de alto ancho de banda con la Tierra, sensores para permitir la función autónoma y evitar peligros, un brazo robótico y un mástil científico similares a los rovers de Marte de la NASA, un sistema de suspensión adaptativa y varias medidas para prevenir problemas causados por el fino polvo lunar.