Este lunes 13 de diciembre, arribó a Venezuela un cargamento de 50 toneladas de medicinas de alto costo para pacientes con cáncer, enviado por el diplomático Alex Saab. Aun secuestrado en una cárcel de Miami, el enviado especial venezolano sigue haciendo gestiones para ayudar a un pueblo víctima del bloqueo estadounidense.
Alex Saab fue designado en abril de 2018 por la Cancillería venezolana enviado especial con amplias atribuciones para garantizar procura comercial y humanitaria de alimentos; lo mismo que de medicamentos y combustible, entre otras cosas.
Esta fue una de las estrategias que halló el gobierno nacional para sortear las medidas coercitivas unilaterales (MCU) impuestas desde 2015. Ese año el expresidente Barack Obama, poco antes de culminar su mandato, declaró a Venezuela «amenaza inusual y extraordinaria» a la seguridad de Estados Unidos.
Fue así como Saab puso a disposición de la República toda su estructura empresarial y financiera de vieja data para comercializar con otros Estados y personas jurídicas lo que Venezuela estaba requiriendo en medio del bloqueo; con el agravado de una pandemia, después.
Inmunidad diplomática violada
La designación que recibió en 2018 le confiere a Saab inmunidad diplomática, según lo que establece la Convención de Viena para Relaciones Diplomáticas. Por tanto, el ejercicio de sus funciones oficiales no puede ser objeto de impedimentos.
No obstante, en una parada técnica en Cabo Verde (África) se lo interceptó y secuestró por primera vez, sin tan siquiera una orden de Interpol. En ese entonces, estaba en viaje desde Caracas hasta Teherán (Irán).
Largos y aciagos 549 días transcurrirían plagados de tratos crueles y degradantes, torturas, violaciones del debido proceso, imposibilidad de ver a su familia y abogados; hasta que vino lo peor. El 16 de octubre último, autoridades de Estados Unidos se lo llevan por la fuerza, junto a paramilitares, según denuncia uno de los abogados defensores de Saab, Femi Falana, hacia la ciudad de Miami. La extracción ocurre aun cuando el Tribunal de Justicia de la CEDEAO había ordenado libertad e indemnización para el diplomático.
Secuestro con alevosía
Para el embajador de Venezuela en Suiza, Roy Chaderton Matos, el secuestro de Saab «está dentro de la línea de violación permanente e histórica que EEUU hace de no importa cuál ciudadano ni cuál país. Es una violación horrible, descarada. Aquí hubo premeditación, alevosía y ensañamiento«.
«Es un colega y compatriota venezolano que estaba cumpliendo una misión oficial en nombre del Gobierno de Venezuela para salvar venezolanos de la hambruna, de la enfermedad. Sin embargo ese motivo humanitario no fue considerado por la dictadura imperial», según declaró a la agencia de noticias Venezuela News.
Entretanto el Gobierno venezolano asegura que se trata de «una puñalada en la espalda» al diálogo nacional que se desarrollaba en México con acompañamiento de Noruega. El presidente Nicolás Maduro dijo el pasado 21 de noviembre que no hay condiciones para reinstalar la mesa y que EEUU debe responder por su decisión ilegal.