Este viernes medios de Perú dieron a conocer de manera extraoficial los resultados de la autopsia realizada por el Instituto de Medicina Legal del Ministerio Público a las 17 víctimas fatales de la masacre de Puno. El estudio determinó que murieron tras recibir disparos de distintas armas de fuego.
Según el informe, nueve de los cuerpos presentaron proyectiles de armas de fuego. Los mismos quedaron identificados como:
- Elmer Leonardo Huanca (16 años)
- Jamileth Aroquipa Hancco (17)
- Paul Mamani Apaza (18)
- Ghiovanny Illanes Ramos (18)
- Reynaldo Ilaquita Cruz (18)
- Edgar Huarancca Choquehuanca (22)
- Gabriel López Amanqui (35)
- Marco Samillán Sanga (30)
- Eberth Mamani Arqui (40).
En el caso de Huanca y Mamani los impactos estaban alojados en la cabeza, mientras que Aroquipa recibió el impacto en el estómago e Ilaquita tenía la herida en el tórax.
Entretanto, las ocho víctimas restantes de la masacre de Puno tenían heridas derivadas de disparos. Seis de ellas presentaron fragmentos de proyectiles de fusil de 7,62 milímetros y las otras dos poseían restos de perdigones de metal y una bala de pistola.
Por su parte, el fiscal designado a la investigación, Guido Pico Delgado, ordenó realizar un análisis balístico para determinar de dónde provenían los disparos. Sin embargo, el exgerente de Peritajes del Ministerio Público, Dany Humpire Molina, adelantó que “los proyectiles parecen haber sido disparados por fusiles AKM, que es armamento usado por la Policía nacional”.
