El Senado de Uruguay dio luz verde a una reforma jubilatoria, que incluye, entre otras medidas, un aumento en la edad de jubilación de 60 a un máximo de 65 años.
La normativa impulsada por el Gobierno de Luis Lacalle Pou y que fue previamente aprobada por la Cámara de Representantes (tras algunas modificaciones al texto original), será remitida al Poder Ejecutivo para su promulgación.
Lacalle Pou calificó esta reforma jubilatoria como “necesaria” y “solidaria” y destacó su aprobación como una de las grandes prioridades de su mandato. Sin embargo, el aumento en la edad de jubilación no cae en gracia a la clase trabajadora.
El pasado martes, previo a su aprobación, miles de trabajadores uruguayos tomaron las calles en rechazo a la normativa. De diversas áreas como salud, transporte o educación se movilizaron, en el marco del paro general convocado por la central sindical PIT-CNT.
Los trabajadores califican la reforma jubilatoria de “socialmente ineficiente” y “contra la gente”.
Uruguay movilizado contra la reforma jubilatoria regresiva del gobierno de Luis Lacalle Pou. pic.twitter.com/Eb494URVby
— Juan Manuel Karg (@jmkarg) April 26, 2023
“Esta reforma no es para la gente, sino contra la gente, no es ni justa ni democrática ni mucho menos solidaria, pero además es socialmente ineficiente“, aseguró el vocero de esa central sindical, Sergio Sommaruga.
Además, advirtió que ahora la mayoría tendrá que “reventarse el lomo hasta los 65 años” para que una persona pueda acceder a la pensión.
Los sindicatos también hacen énfasis en que esta reforma jubilatoria agudizaría aún más el problema del desempleo juvenil, al ralentizar el reemplazo laboral.
