Turquía declaró que el gas del Mediterráneo oriental puede convertirse en una alternativa para la Unión Europea. Esto, en plena crisis de precios y suministro del rubro por el conflicto entre Rusia y Ucrania.
Según el funcionario turco, el combustible del Mediterráneo podría convertirse en una fuente para el bloque europeo, que busca reducir la dependencia del gas ruso.
Sin embargo, a su juicio la exploración en el Mediterráneo oriental requiere tiempo y es imposible realizarla en el lapso de un año, período en el que la Unión Europea pretende desvincularse del suministro de Rusia.
El portavoz turco indicó que su país intenta ayudar en esta materia y «está dispuesta a ser parte del proceso«, tras expresar la esperanza de que «nuevos descubrimientos energéticos creen nuevas oportunidades, y no nuevas tensiones».
Kalin dijo que Ankara se dispone a discutir importaciones de este recurso natural desde Israel.
El pasado 23 de abril el vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitry Medvedev, aseveró que Europa no duraría ni una semana sin el gas ruso, vale resaltar.
«Apreciamos la coherencia e integridad de nuestros socios europeos… Sobre todo porque, según los últimos datos del FMI, Europa podrá prescindir de nuestro gas durante no más de seis meses», dijo en esa oportunidad.