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Del Tipo de Cambio Fijo al Uso del Crédito Comercial. Matices para una Nueva Política Económica | Por: Elio Córdova

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En el año 2003, en el marco del devenido escenario de profundas adversidades políticas, sociales y económicas paralización de la industria petrolera, desestabilización política y social, ataques mediáticos de las Corporaciones y el Golpe de Estado– con el objeto de evitar la fuga de capitales y, como resultado de ésta, la estrepitosa caída de las reservas internacionales se implementó la política de tipo de cambio fijo. Para el año 2008 el país registraba 43.127 millones de dólares (USD), un incremento porcentual de 190% con respecto al año 2002.

A los seguidores del dogma neoliberal la instrumentación de controles en la economía les representa un sacrilegio. No obstante, a pesar de las alaracas de economistas neoliberales y algunos satélites de izquierda al servicio del gran capital, en una mirada retrospectiva de las estadísticas permiten constatar la efectividad de su instrumentación.

El nudo crítico estuvo en no haber introducido los ajustes necesariosen tiempo y forma de cara a las nuevas exigencias de la economía, las cuales son cambiantes y responden no solo al contexto nacional también al internacional. La política económica debe ser dinámica y flexible, su función, prepararnos para escenarios emergentes de los que sacar el mejor provecho. Ésta, no se puede quedar anquilosada en el tiempo porque lejos de cumplir con los objetivos planteados termina por generar escenarios donde los viejos vicios y los negocios fáciles se acentúan en detrimento del bienestar colectivo.

En este escenario de tipo de cambio fijo, la banca desempeñó un rol parasitario, contrario a los intereses de la Nación y así se constata al revisar el PIB no petrolero cuyo sector en cuestión registró un crecimiento vertiginoso frente al tímido comportamiento de los sectores productivos (manufactura, construcción, entre otros) ello, debido a lo que se conoció como la bicicleta cambiaria.

Este mecanismo, pernicioso y criminal, dirigía el grueso de los préstamos a la compra de dólares en el mercado paralelo. Un negocio de lujo, dinero fácil. De alta rentabilidad resultó endeudarse y que el transcurrir del tiempo “hiciera su magia” depreciando el precio del tipo de cambio con la consecuente disminución – a niveles irrisorios – del monto asociado al préstamo.

En la actualidad, el gobierno nacional – bajo el liderazgo del presidente Nicolás Maduro – ha tomado un conjunto de medidas en materia económica que permitieron estabilizar el mercado cambiario y que expresan cierto equilibrio macroeconómico, con relación a los valores y magnitudes registrados para los años 2014-2019, gracias a lo cual gozamos de estabilidad política y social.

Bajo este enfoque de política económica, se ha venido sacrificando el uso del crédito comercial. No obstante, el contexto hoy es diferente. La banca es un actor clave para impulsar la actividad productiva. El crédito (indexado) va a permitir activar con mayor fuerza las inversiones, dinamizar el mercado de trabajo y el consumo.

Conocer nuestra historia económica es fundamental para comprender la realidad actual. Precisar el hilo conductor de los hechos pasados hasta el presente es un ejercicio de vital importancia para valorar en su justa dimensión el contexto económico, político, social y cultural del presente el cual demanda una nueva política económica libre de dogmas de tal forma que nos permita capitalizaren crecimiento, desarrollo e industrialización – la oportunidad que se abre para nuestra economía a raíz del proceso de cambios en el orden mundial vigente.

Elio Córdova

Venezuela News Radio 104.9 FM

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