Durante los primeros 100 días del conflicto geopolítico entre Rusia y Ucrania, Moscú ingresó 93 mil millones de euros por venta de hidrocarburos.
Así lo destaca un publicación del Centro para la Investigación sobre Energía y Aire Limpio (CREA), con sede en Finlandia.
Precisan que la mayoría de estas exportaciones son demandadas desde países de la Unión Europea.
Un hecho considerado contradictorio, si se toma en cuenta las fuertes presiones de Europa y Occidente en contra de lo que consideran «no alimentar las arcas del Kremlin«.
Aunque el llamado «embargo progresivo», tiene algunas excepciones como las importaciones de petróleo y gas desde Rusia.
Los principales #ingresos de #Rusia provienen de la venta de #crudo (46,000 millones) seguido del #gas enviado por gasoductos (24,000 millones) y por último los derivados del petróleo, el gas natural licuado y el carbón. https://t.co/5udKEQN449
— Muvoil Consulting (@muvoil) June 13, 2022
Principales ingresos
Según este centro de estudios finlandés, la Unión Europea representa un 61% de las ventas de hidrocarburos rusos, equivalentes a 57 mil millones de euros.
Destaca que en los primeros 100 días de la operación militar especial Rusia en Ucrania, los mayores importadores son China, Alemania e Italia.
Al respecto, China con 12 mil 600 millones de euros, Alemania, con 12 mil 100 millones e Italia con 7 mil 800 millones.
Los principales ingresos de Rusia provienen de la venta de crudo 46 mil millones de euros, seguido del gas enviado por gasoductos por el orden de los 24 mil millones de euros; y por último los derivados del petróleo, el gas natural licuado y el carbón.
Pese a que las exportaciones cayeron en mayo, y que Rusia se vio obligada a vender a precios rebajados en los mercados internacionales, destaca el CREA que el gigante euroasiático se favoreció con el alza de los precios globales de la energía.
Igualmente CREA destaca que Polonia, Finlandia y los Países Bálticos hicieron esfuerzos para reducir sus importaciones por su apoyo a Kiev; mientras que otros mercados como China, los Emiratos Árabes Unidos y Francia aumentaron sus compras a Moscú.