Sin ningún tipo de tapujos, el presidente de la firma encuestadora Hinterlaces, Oscar Schémel sentenció que «la oposición venezolana no sube cerros». Mediante un amplio artículo de opinión publicado en el sitio web de Hinterlaces, Oscar Schémel habla de la desconexión emocional de la oposición y el electorado venezolano.
«Todavía hoy me sorprende la incapacidad de la oposición venezolana para entender la nueva identidad nacional-popular y la significación socio-emocional del chavismo; pero me desconcierta más el desprecio inocultable que sienten por los sentimientos, las emociones y los valores presentes en la actual sociedad».
Refiere Schémel que la oposición sigue anclada en escenarios pasados como los acontecidos en 2013; tras la muerte del comandante Chávez, y el relevo tomado por el presidente Nicolás Maduro.
«No es posible disputarle al chavismo el respaldo de las mayorías si no se entiende y no se siente la identidad emocional de la pobreza. Cuando preguntamos sobre los problemas, los venezolanos responden desde el descontento», alega el también periodista.
Para el presidente de Hinterlaces, el menosprecio a las clases sociales de estratos bajos, repercute en el diseño de las campañas electorales opositoras y, por ende, no se encuentra la clave para capitalizar en votos sus diferentes propuestas para vencer al chavismo.
«Hasta hace 2 décadas, esas mismas élites despreciaban la política pero intentaron derrocar al Presidente Chávez -cuyo gobierno no amenazó realmente ni la propiedad privada ni las ganancias- menos por su proyecto político y más por ser un “pata en el suelo”, malhablado, campesino y soldado», afirmó Schémel.
Estrategia fracasada
Igualmente, subraya que la estrategia no arranca, por ser fracasada, y desgastada, la cual solo se sustenta en atender al recetario de Washington con llamados de intervención extranjera y duras sanciones económicas contra el país.
«Hoy el interino Juan Guaidó sólo recibe el 4% de respaldo y apenas el 9% de los venezolanos manifiesta simpatías por los partidos de oposición. La mayoría de los líderes anti-chavistas obtienen una opinión desfavorable entre 75% y 82%. Destaca la impopularidad de Leopoldo López, líder de la oposición insurreccional, que recibe 81% de rechazo».
Detalla Schémel que las únicas victorias del antichavismo, radican en el Referendo por la Reforma de la Carta Magna (2007) y otra con las Parlamentarias (2015).
Otro punto importante en el fin de la polarización y las nuevas narrativas políticas, reside en que «el empresario venezolano ya no percibe que el chavismo es una amenaza a la propiedad privada ni a las ganancias; y está participando en reencuentros con el gobierno».
A su vez, Schémel sentencia que «durante 20 años, de fracaso en fracaso, sin mensaje, sin símbolos ni propuestas, sin presencia en las calles; y menos en los movimientos sociales, denunciando fraude cuando perdía y cuando ganaba proclamando el fin de la dictadura”.
Acota que la coalición opositora, reiteradamente han evadido sus responsabilidades «por sus errores, señalando a los abusos del chavismo como la causa de sus derrotas; la oposición se ve frente al abismo y da un viraje histórico, rescata la política y la democracia e inicia el camino de regreso a la Venezuela de verdad. La contienda electoral presidencial del 2024 empieza ahora«.
La Oposición no sube cerros. Análisis de @OscarSchemelM https://t.co/n35ktidcDB
— Hinterlaces (@Hinterlaces) May 12, 2022
