El Satélite de Recolección de Datos (SCD, por su sigla en portugués) del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de Brasil (Inpe), batió el récord mundial de más tiempo en órbita.
La información la dio a conocer el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación del gigante suramericano a través de un comunicado.
Este satélite fue lanzado al espacio el 9 de febrero de 1993 como resultado del primer programa espacial nacional brasileño, la Misión Espacial Completa Brasileña, que comenzó en 1979. El objetivo era obtener la autonomía en el acceso al espacio y fomentar el desarrollo de satélites.
Tras su lanzamiento, hace ya tres décadas, este satélite alcanzó su récord el pasado 17 de junio. En total, cumplió 30 años, 4 meses y 4 días en órbita, superando al satélite japonés Geotail, cuyas operaciones se suspendieron en noviembre de 2022, tras 30 años activo.
“Hoy sabemos que el debutante se ha convertido en el plusmarquista mundial en funcionamiento. Ese lanzamiento fue un gran logro para Brasil”, dijo el investigador Adenilson Roberto da Silva, coordinador general de Ingeniería, Tecnología y Ciencias del Espacio del INPE.
En la actualidad, el SCD recibe datos ambientales recopilados por cientos de plataformas distribuidas en todo el territorio brasileño. Luego de esa recepción, retransmite la información a las estaciones terrestres ubicadas en Cuiabá y Natal. Los datos se almacenan en un sistema nacional y están disponibles para los usuarios.
No dia 17 de junho, o Satélite de Coleta de
Dados SCD-1 superou em tempo de vida útil o satélite
Geotail, tornando-se o satélite com aplicação de
observação da Terra mais longevo. E continua
operando! Assim, a partir desta data, iniciará um novo
recorde a cada dia subsequente. pic.twitter.com/dhG4ojrIwm— INPE (@inpe_mcti) June 20, 2023
Imbatible
Adenilson también se pronunció sobre la posibilidad de que satélites de otros países le quiten al SCD la marca histórica que alcanzó.
«Es poco probable que se supere este récord del SCD debido al aumento de las complejidades y funcionalidades que ahora se exigen a los satélites», explicó.