Este lunes el gobierno de Rusia lanzó un conjunto de misiles contra Kiev y otras ciudades ucranianas, en respuesta al atentado terrorista lanzado por las tropas de ese país en la península de Crimea.
De acuerdo con la cadena televisiva rusa RT, las detonaciones no solo se suscitaron en Kiev. También los estallidos se registraron en las regiones de Vínnytsia, Lvov, Rovno, Ternópol, Dnepr, Jmelnitski, Zhitómir, Poltava, Járkov, Nikoláyev, Cherkasy, Sumy, Ivano-Frankovsk y Odesa.
Según el presidente ruso, Vladímir Putin, se trato de una ofensiva «con armas de precisión de largo alcance» dirigida a instalaciones energéticas, militares y de comunicaciones ucranianas.
Asimismo, la operadora de la red eléctrica en Ucrania, Ukrenergo, confirmó que tras los misiles lanzados por Rusia, dichas localidades quedaron sin electricidad. De igual forma los servicios para el suministro de agua e internet resultaron afectados.
En un principio el primer ministro ucraniano, Denís Shmygal, anunció que hasta el momento once importantes infraestructura terminaron perjudicadas. No obstante, horas más tarde la Policía Nacional ucraniana indicó que cerca de 70 construcciones resultaron afectadas, incluyendo 29 objetos de infraestructura crítica. Además se contabilizan 10 muertos y unos 60 heridos.
Como una de las principales medidas tomadas por el ministro de Educación, Serguéi Shkarlet, destaca que ahora las clases no se impartirán en las escuelas. Por el contrario se darán a distancia hasta el 14 de octubre.