Este jueves, el jefe de las Tropas de Protección Radiológica, Química y Biológica de Rusia, Ígor Kiríllov, dio información detallada sobre los laboratorios biológicos en Ucrania; los cuales están financiados por EEUU.
Una reseña del portal RT indica que el proyecto UP-4 se desarrolló en laboratorios ubicados en Kiev, Járkov y Odesa hasta el 2020. Y su finalidad era realizar investigaciones sobre la posibilidad de transmisión de infecciones peligrosas por medio de aves migratorias.
En este sentido, el estudio contó con el análisis de 145 especies, y determinaron que por lo menos dos vuelan por Rusia.
En consecuencia, el funcionario ruso destacó que de todos los medios usados por EEUU para desestabilizar la situación epidemiológica, Kiríllov considero que este es «el más imprudente e irresponsable; ya que no permite controlar el desarrollo posterior de la situación».
Igualmente, se reveló que a través del proyecto P-781 se investigó el uso de murciélagos como armas biológicas. Entretanto, la autoridad biológica manifestó que más de 140 contenedores con ectoparásitos de murciélagos que se entregaron del laboratorio en Járkov al extranjero.
Otros de los detalles que aportó el funcionario ruso, sobre los laboratorio biológicos en Ucrania, es que todos los estudios de mayor riesgo se realizaron bajo la dirección de especialistas de EEUU.
También, se confirmó que el Departamento de Defensa de EEUU fue el que dio el aporte para la financiación para la realización de los estudios.
En este orden de ideas, puntualizó que otros documentos incorporan propuestas para extender el programa biológico militar de Washington en territorio ucraniano.
Del mismo modo, las Fuerzas Armadas de Rusia consiguieron archivos que confirman diferentes casos de entrega de muestras biológicas de ciudadanos ucranianos al extranjero.
Específicamente, informó que se trata de 1.000 muestras de suero sanguíneo de habitantes de varias regiones de Ucrania de la etnia eslava. Las mismas las entregaron al Instituto Bernhard Nocht de Medicina Tropical, con sede en Hamburgo, Alemania.
«Con gran probabilidad se puede hablar de que una de las tareas de EEUU y sus aliados es la creación de bioagentes, capaces de afectar de manera selectiva a diversos grupos étnicos«, destacó Kiríllov.