Dos personas fallecidas dejó un tiroteo en el Aeropuerto Internacional de Santiago de Chile. Los disparos se efectuaron en el marco de un intento de robo que fue frustrado.
La banda de delincuentes que pretendía perpetrar el robo estaba compuesta por 10 asaltantes que estaban repartidos en tres camionetas. Los sujetos se enfrentaron a los guardias de seguridad. Como resultado quedaron sin vida en la escena un agente de la Dirección General de Aeronáutica Civil de Chile, de 45 años, quien además era voluntario de bomberos, y uno de los asaltantes.
Medios internacionales informaron que intentaba robar 32 millones de dólares. El dinero se encontraba en camiones de la empresa de valores Brinks. Los vehículos se encontraban en uno de los terminales de descarga del aeropuerto.
El efectivo estaba dispuesto en 25 bolsas en total. Provenía de un vuelo comercial desde Miami, Estados Unidos.
El subprefecto de la Brigada Investigadora de robos, Augusto Urbina, informó que los asaltantes iban armados con pistolas y escopetas. Lograron escapar.
Instantes después del incidente, los vehículos fueron encontrados incendiados a un kilómetro del aeropuerto Arturo Merino Benítez, en el municipio de Pudahuel. Se investiga si corresponden a los usados en el robo.
Por su parte, el subsecretario del Interior chileno, Manuel Monsalve, describió la banda como “altamente organizada, muy armada”.
