El juez retirado Brian Langstaff reveló que más de 30.000 personas en Reino Unido contrajeron VIH y hepatitis C debido a transfusiones de sangre contaminada. Este escándalo que ocultó el Gobierno del Reino Unido y el Servicio Nacional de Salud se registró entre la década de 1970 y principios de los años 90.
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La investigación liderada por Langstaff cuenta con un informe de 2.570 páginas y destaca que estos casos se registraron por negligencia de las autoridades encargadas de la salud pública.
“Este desastre no fue un accidente. Las infecciones se produjeron porque las autoridades -los médicos, los servicios de sangre y los sucesivos gobiernos- no dieron prioridad a la seguridad de los pacientes”, destacó Langstaff.
El exjuez criticó que la respuesta del Estado y los responsables no cumplió con la exigencia que demandó este caso, entre ello lograr justicia para los afectados. Otro punto que destaca el estudio es que debido a tales hechos, se ha producido la muerte de una de cada 10 víctimas.
“La respuesta de las autoridades sirvió para agregar el sufrimiento de la gente”, añadió.
Con respecto a este caso el investigador instó a establecer un plan inmediato de indemnizaciones. También llamó al Gobierno a que reconozca la responsabilidad que tiene en esta tragedia y que presente una disculpa formal.
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