El Senado de Francia dio luz verde al controvertido artículo de la reforma de pensiones del presidente Emmanuel Macron, que sube a 64 años, la edad mínima de jubilación.
Con 201 votos a favor, 115 votos en contra y 29 abstenciones. La Cámara Alta del parlamento del país, dominada por la derecha, aprobó el cambio.
Se espera que el Senado apruebe esta semana otros artículos de la polémica reforma. Después, la iniciativa será enviada a un comité de mediación entre la Cámara Alta y la Cámara Baja.
De esta manera, los dirigentes políticos hacen oídos sordos a los reclamos de la población gala.
Rechazo generalizado a la reforma de pensiones
Esta reforma la presentó el 10 de enero la primera ministra, Élisabeth Borne. A partir de ese momento se desataron jornadas de huelga y movilizaciones, en rechazo al plan.
Sondeos revelan que dos de cada tres franceses se oponen a la reforma de pensiones. Incluso, el martes pasado, Francia registró su mayor huelga contra la reforma «macroniana».
Los motivos que disgustan a la clase trabajadora son los siguientes:
- Se aumenta la edad mínima de jubilación de 62 a 64 años para 2030.
- A partir de 2027, para tener derecho a una pensión completa, se debe haber trabajado 43 años (actualmente son 42 años).