Las Redes Sociales son el escenario perfecto para las estafas digitales en criptomonedas; así lo reveló un reciente informe de la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos; que da cuenta de la pérdida de mil millones de dólares sólo en 2021.
El organismo estadounidense ha calificado las redes sociales y las criptomonedas como una «combinación combustible para el fraude«.
New analysis finds consumers reported losing more than $1 billion in #cryptocurrency to scams since 2021. Most of the losses consumers reported were to bogus cryptocurrency investment scams: https://t.co/MYGTcaw1aS #DataSpotlight /1
— FTC (@FTC) June 3, 2022
De acuerdo con el informe casi la mitad de las estafas relacionadas con criptomonedas se originaron en plataformas de redes sociales en 2021.
La Comisión Federal de Comercio encontró que Instagram (32%), Facebook (26%), WhatsApp (9%) y Telegram (7%) fueron las principales plataformas utilizadas para las criptoestafas.
El tipo más común de estafa de criptomonedas fue el fraude relacionado con la inversión, que supuso USD 575 millones de la cifra total de USD 1,000 millones.
“Estas estafas a menudo les prometen falsamente a los potenciales inversores que pueden ganar enormes ganancias invirtiendo en sus estafas de criptomonedas, pero la gente informa que pierde todo el dinero que «invierte», señala el informe.
Tipos de estafas
Las estafas de inversión más comunes incluyen casos en los que un supuesto «gestor de inversiones» se pone en contacto con un consumidor; donde prometen hacer crecer su dinero, pero solo si el consumidor compra criptomonedas y las transfiere a su cuenta en línea.
Otros métodos incluyen hacerse pasar por una celebridad; que puede multiplicar cualquier criptomoneda que un consumidor le envíe; o promete dinero en efectivo o criptomonedas gratis.
También existen muchas estafas relacionadas con un interés romántico, por el orden de los USD 185 millones, en las que una persona trata de atraer a alguien para que invierta en una criptoestafa.
En otro renglón, también advierten de las estafas de suplantación de empresas y gobiernos que quedaron en tercer lugar, con un total de USD 133 millones, en la que los estafadores se dirigen a los consumidores, alegando que su dinero está en riesgo debido a un fraude o a una investigación gubernamental.