La Comunidad Creativa RebelArte estrenó el pasado fin de semana el corto documental “La Dama del Calipso”, a través de su cuenta en YouTube. Se trata de un registro audiovisual inspirado en los carnavales de El Callao, logrado tras recorrer cientos de kilómetros de carretera.
Además rinde homenaje a la Madama Elda Marksman, quien en vida fue declarada patrimonio cultural. Los creadores se inspiraron entonces en la recordada Madama, y en un texto que fue adaptado para el documental.
Carnaval en Junio
La vida es un carnaval decían y si a los que la política nos toma la vida por asalto y decidimos hacer todo por y para una política, en mi caso como el de muchos la manera más pacífica y suponemos llena de respeto, en fin, vía posible de avanzar es por vía política, pues al parecer es nuestro carnaval.
De todos los carnavales que en Venezuela se celebran, el que más consecuente ha resultado, ha sido el celebrado en EL CALLAO, muy a pesar de la guerra sucia de otros carnavales boicoteando la carretera peligrosa para llegar allá, escases de todo y la falta hasta de nada, en el carnaval de EL CALLAO sigue estando mi mejor espejo de vida política.
Al llegar al terminal en las afueras del pueblo sales a pie a recorrerlo todo y si vas en carro particular tienes que dejar el carro en el estacionamiento al lado del terminal, si, en las mismas afueras del pueblo. El recorrido al centro puede sorprenderte entre gente mojándose / mojándote y llenándose (te) de cualquier crema o cosa untable para que entres en ambiente, de una vez es preferible ceder y recordar rápido que no estás en tu zona de confort sin saber que en muy poco estarás nadando como pez en el agua. Ten iniciativa, compra la primera ronda y bríndala a tu combo, que nadie se quede sin elevar el nivel porque apenas llegamos y hay que ir a un punto donde puedas hacer base para que tengas alcance a todo lo necesario para tu participación.
Se suma gente, saludas a los conocidos, consigues guía, hermanos de caminos, preparas una patilla en un canguro de bebe con cocuy hielo y gingerbeer y cuadra arriba ves venir una, dos y tres comparsas en fila mientras se preparan las otras veintidós para arrancar su recorrido por un circuito que bordea la plaza bolívar baja, sube y por momentos el circuito varía dependiendo de donde salga cual comparsa.
Ahí las dejas pasar hasta que viene la tuya, la que es, la de los compas, la de los desconocidos que son parecidos a los de las otras comparsas pero no, esta es la que es, es tu comparsa, de pronto unos diablitos pequeños te apartan del paso de la comparsa con pequeñas explosiones que de sus fuetes sale al sacudir el piso, comienza el cuerpo de disfraces, fantasía y luz en esta pasarela de calle y allí escuchas el chillido agudo del cuatro en un sistema de sonido sobre una estructura con ruedas que suena muy duro junto al bajo, guitarra, teclado y voces que se confunden con voces de otras comparsas pero esta no, esta es más creativa, dice algo más que las otras comparsas no y allí comienzas a escuchar el alma de todo, la madre África hecha cueros, dale al bombo y campana compai no te cansaras.
Entre los cueros tras pasar la estructura del sistema sonoro, justo allí, no más ni menos, entramos, somos parte de esto y es esto, ¡esto es! ¡brincando! ¡brincando! ¡brincando! ¡brincando!
Como no te sumaste tiempo antes a la preproducción de todo por vivir lejos, no eres parte de la fantasía, tampoco eres músico por lo cual no estás tocando un instrumento, quizá si te llevas una campana o un tambor y lo sabes tocar sin des consonar, está bien pero lo único cierto es que si no sabes bailar vas a bailar así nunca una buena pea lo haya logrado antes, de resto queda una sola actividad que pasa desapercibida, y es que entre la estructura que rueda y los tambores, hay gente empujando ese carrito, sin esa gente, la comparsa no va a ningún lado y esa gente cuando viene la subida, necesita apoyo, hay quienes empujan solo en bajada, hay quienes empujan toda la vuelta, hay quien no más ven la subida dejan de empujar, pero siempre habremos unos necios empeñados en justamente empujar cuando viene la subida, y cuando menos creemos que los más fuertes se debilitarían.
Esta es mi comparsa, viene la subida.