El presidente de Rusia, Vladímir Putin, promulgó una ley por la cual Rusia renuncia definitivamente al Tratado sobre las Fuerzas Armadas Convencionales en Europa (FACE).
En este sentido, Vladímir Putin da un paso al frente en medio del asedio de la OTAN, y finiquita la participación de Rusia en el acuerdo militar.
El Tratado FACE limita la cantidad de tanques, vehículos blindados, aviones de combate, helicópteros y artillería pesada en el territorio de los países signatarios.