El presidente Nicolás Maduro instaló la noche de este martes la tercera edición del Congreso venezolano de mujeres, en la plaza Bicentenario del Palacio de Miraflores, en Caracas. Reúne a más de 5 mil féminas de 58 organizaciones sociales.
Durante su alocución, enumeró la importancia de considerar las tres erres de la nueva época de transición al socialismo (3R.NETS) y habló de cuatro puntos medulares de trabajo. El primero de ellos, retomar la Gran Misión Hogares de la Patria, con la visión original de que sea la mujer la lideresa de este programa de atención social. «Seamos autocríticos, la Gran Misión Hogares de la Patria, no está al nivel que tiene que estar», dijo el mandatario.
En segundo lugar, refirió el Jefe de Estado, está «seguir impulsando y democratizando dos planes que van hermanados y con los que me siento identificado: plan de parto humanizado y plan de lactancia materna».
«Pídanme ustedes los recursos, yo los paro, para hacer más y llegar a todas las mujeres embarazadas del país (…) con el plan de parto humanizado, con la educación, los ejercicios, el concepto de la gestación y el parto, y la lactancia materna», agregó Maduro.
En este particular manifestó que «la Revolución creó una conciencia sobre la lactancia materna que «jamás se ha visto en el mundo».
En tercer lugar, está la justicia de género. «Tenemos que avanzar mucho más, la Asamblea Nacional adecuando las leyes, el Tribunal Supremo de Justicia».
En cuarto lugar, «los planes para fortalecer la economía con rostro de mujer». E hizo un especial llamado a la ministra de Comercio Nacional, Dheliz Álvarez.
Debate permanente, feminismo en la calle
Asimismo, el Presidente se refirió a la importancia de que el debate sea permanente y las propuestas resultantes lleguen el Ejecutivo para que sean tomadas en cuenta en la planificación de políticas públicas. «Es importante que se dé un proceso virtuoso e interactivo de diálogo con las organizaciones de base, con las mujeres, en la comunidad. La mujer es fundamental. Sin ella no existiera la sociedad», expresó.
«Tenemos que ir a la construcción de una cultura de paz, de tolerancia y amor en el hogar. No a la violencia homofóbica en el hogar, pero eso solo se logra con educación, valores y la práctica de nuevos códigos sociales. Y claro con la construcción de leyes severas y de un Estado de justicia practicado; de castigos ejemplares en los casos en que así se amerite. Sin que haya privilegios para nadie cuando se trata de violencia de género o de cualquier tipo de violencia contra la familia», adicionó a modo de reflexión e instrucción.