Argentina es un polvorín. El descontento de un sector de la población contra el gobierno de Alberto Fernández y el Fondo Monetario Internacional lo evidencian.
Fuertes protestas, destrozos al Congreso de la Nación, y una respuesta represiva de los funcionarios de seguridad del Estado fueron evidentes.
Medios locales reportaron que organizaciones sociales, gremiales y políticas que integran el Frente de Izquierda-Unidad (FIT-U) y otros espacios se concentraron desde esta mañana en las inmediaciones del Congreso Nacional y en el Obelisco para protestar contra el acuerdo con el FMI.
No es la primera vez que hay manifestaciones en contra del acuerdo con el FMI, ya que durante todo este año y el pasado se han visto distintas concentraciones para repudiar el paquetazo neoliberal, que asfixia las finanzas de los argentinos.
La situación de malestar conlleva a que desde el Ejecutivo de Alberto Fernández se tomen medidas como:
- Un nuevo crédito sometido a exámenes.
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Más impuestos y limitaciones a moratorias fiscales.
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Reducción del déficit fiscal.
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Reducción del déficit fiscal.
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Combatir la elevada inflación.
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Sin medidas laborales o sobre la seguridad social
¡Denuncia por la represión en Argentina!
La movilización de la clase trabajadora argentina en el Congreso terminó con en represión.
La protesta se dio contra la política de ajuste y el nuevo pacto con el FMI que pretende establecer el gobierno argentino. pic.twitter.com/YQVFGfx9TT
— Sangre Antifascista (@azul_antifa) March 11, 2022
Vale recordar que el mandatario argentino tenía hasta este mes de marzo para renegociar la deuda argentina, que contrajo su antecesor Mauricio Macri y asciende a unos 45 mil millones de dólares.
Para 2022, Argentina tenía que pagar al FMI hasta 19 mil millones euros, pero el país no podía afrontar este dinero. Pero el FMI, le ganó nuevamente el pulso, y de manera eufemística sostiene que su pacto con Argentina, para el pago de los compromisos es «pragmático, realista y creíble«.
Sensible para la población
La medida más sensible de este polémico acuerdo con el FMI, implica la reducción de los subsidios a la energía, que en 2021 supusieron que el Estado argentino desembolsase más de 11 mil millones de dólares, equivalentes a 2,3% del PIB, destaca el medio español Público.
En consecuencia se eliminarán los subsidios a los consumidores residenciales con mayor capacidad de pago, tanto en luz, como en gas.
