El gobierno de Polonia expulsó 40 diplomáticos rusos del país, como parte de la larga lista de recientes sanciones contra Moscú.
Según medios polacos, Varsovia justificó el acto aludiendo a “actividades incompatibles con el estatus de los funcionarios».
En ese sentido, la portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajárova también se pronunció mediante su canal de Telegram. Afirmó que la respuesta de su nación a la medida tomada por Polonia será pronta.
«Todas las expulsiones injustificadas de diplomáticos rusos recibirán la respuesta correspondiente».
Cabe destacar que el 18 de marzo, Bulgaria declaró a 10 diplomáticos rusos personas no gratas. Por su parte, Estonia y Letonia dijeron que tres funcionarios rusos serían expulsados. Lituania, a su vez, afirmó que cuatro empleados de la embajada rusa deben abandonar el país.
El origen de un conflicto que Occidente no cuenta
Cabe destacar que en febrero, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, ordenó una operación militar especial en el Donbás y el resto de Ucrania.
La operación surgió tras una petición de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk ante el incremento de ataques por parte de Kiev y grupos armados neonazis y nacionalistas de extrema derecha.
Pese a que Moscú advirtió que el despliegue no estuvo dirigido contra instalaciones civiles y que el objetivo principal es «desmilitarizar y desnazificar» a Ucrania, sobre Rusia pesan hoy varios paquetes de medidas con el objetivo declarado de Occidente de asfixiarlo económicamente.