«Todos conocemos grandes y pequeños fracasos«, dijo el papa Francisco desde una cárcel en Roma, donde el pasado Jueves Santo realizó el lavado de pies a 12 reclusas. El jesuita argentino, había realizado dicho ritual en 2015, pero se trata de la primera que lo consagra solo ante mujeres.
Desde su silla de ruedas, el Sumo Pontífice, se trasladó hasta un centro penitenciario en Rebibbia, noreste de la capital italiana. Varias reclusas lloraron, mientras Francisco limpiaba sus pies y los besaba.
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«Es un gesto que nos llama a servir a los demás«, dijo el religioso
El ritual del Jueves Santo de pies fue realizado por Bergoglio, con un buen estado de salud, la cual había sido un detonante en los últimos días, debido a cuadros de infecciones que no le permitieron leer sus discursos.
Tras llevarse a cabo este lavado de pies, el Papa Francisco realizó una misa en el patio del recinto, donde al menos 370 mujeres cumplen sus condenas. Dicha tradición cristiana, conmemora el día donde Cristo lavó los pies a sus apóstoles durante la Última Cena.
Asimismo, para el Viernes Santo, Francisco debería presidir el «Vía Crucis» desde el Coliseo. En noviembre de 2023, no pudo asistir por motivos de salud.
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