Son varias las noticias e informaciones de la crisis de Gaza que presentan a los colonos israelíes como víctimas civiles de la violencia de la operación palestina contra Israel. No explican que los colonos, en su mayoría están organizados en grupos paramilitares armados que actúan con violencia y agresividad contra los palestinos a los cuales han arrebatado sus tierras.
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En un comunicado de mayo del pasado año, la entonces Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, pidió al gobierno israelí que tome medidas para detener el alarmante brote de violencia entre grupos de ultraderecha, entre ellos los colonos israelíes, y los ciudadanos palestinos en Israel en las ciudades de Lod, Jaffa, Ramle y Haifa.
La Alta Comisionada calificó de “especialmente preocupante” la aparente organización de algunos ataques, así como el uso de lenguaje incendiario que puede constituir un elemento de incitación al odio racial y religioso y a la violencia.
“Las informaciones indican que, en algunos casos, los colonos llegaron en convoyes organizados desde los asentamientos israelíes en Cisjordania para unirse a los grupos locales” para agredir a los palestinos. También denunció las llamadas de los grupos de ultraderecha en las redes sociales vinculados a los colonos convocando a traer “armas, cuchillos, palos, nudillos” para utilizarlos contra esas personas.
Ya en diciembre de 2021, en su informe al Comité de la ONU para el Ejercicio de los Derechos Inalienables del Pueblo Palestino, la Alta Comisionada expresó su preocupación creciente por los numerosos asesinatos de palestinos por las fuerzas israelíes, así como por los colonos armados, que son cada vez más.
Sostuvo que la violencia de los colonos israelíes contra los palestinos se encuentra en “niveles terriblemente altos”, detallando que el año anterior fue particularmente agresivo ya que su oficina registró 490 incidentes que causaron muertes, lesiones o daños importantes a la propiedad palestina.
Actualmente, el promedio es un incidente de violencia por día de los colonos israelíes contra los palestinos, afirmó la Alta Comisionada.
En octubre de 2022, el alto comisionado de los Derechos Humanos pasó a ser el austríaco Volker Türk. Cinco meses después de su nombramiento, en marzo de 2023, ya denunciaba que en una zona de Cisjordania, “cientos de colonos israelíes se amotinaron. Un palestino fue asesinado a tiros y otros dos resultaron heridos de bala. Una tercera persona recibió puñaladas y una cuarta, una brutal paliza. Se incendiaron o dañaron viviendas, establecimientos y docenas de vehículos palestinos. Según la Media Luna Roja Palestina, 390 personas resultaron heridas durante la ofensiva, y tres ambulancias fueron atacadas”.
Tras la operación de ataque de Hamas desde Gaza, estos colonos han mostrado, una vez más, que no son civiles y han protagonizado varios ataques de venganza contra los palestinos en Cisjordania. Los ataques de los colonos israelíes han dejado tres palestinos muertos en Cisjordania el pasado sábado, según informó el Ministerio de Sanidad palestino.
Asimismo, la Media Luna Roja Palestina confirmó un incremento de los ataques de colonos y ha confirmado ataques en lugares como Jirbet Yanún, al sur de Nablús, donde cuatro personas resultaron heridas.
En Yasuf, al este de Salfit, seis personas resultaron heridas de bala y otra fue apuñalada por un colono. Otras 25 personas fueron atendidas por inhalación de gas lacrimógeno.
En Qasra, al sur de Nablús, hay una persona herida de bala y continúan los enfrentamientos. Por último, en Huwara ha sido atacada una ambulancia.
Los enfrentamientos en Cisjordania se han reproducido en las localidades de El Biré, Qalandia, Al Hadr y Hebrón, con particular virulencia en esta última ciudad.
Como se puede comprobar, el colono israelí no es un sencillo agricultor de olivos desplazado a Palestina a cultivar pacíficamente la tierra. No es de extrañar, por tanto, que los milicianos de Hamas los tengan considerados como objetivo militar al ser agentes armados de la potencia ocupante. Armados y con total impunidad al no someterse a ninguna disciplina militar regular.
